Miguel Cabrera tiene menos presión sobre los hombros luego de haber conectado su jonrón 500 en la MLB. Así lo demostró este martes al batear el 501.
La conexión fue por su propia banda, que desde hace al menos cuatro años le ha costado por los problemas crónicos en su rodilla, como confesó en una rueda de prensa ofrecida luego del 500.
“Me afecta mucho a la hora de meterme por adentro de la pelota. Por eso es que ves muchos rollings. O no ves que conecto la bola muy fuerte para el left field. Y es por eso. No puedo girar completo como giraba antes”, explicó ante una pregunta del periodista Ignacio Serrano.
“Pero no tengo que poner eso como excusa para salir al terreno”, agregó el toletero.
El 501 justamente salió con tal fuerza que llegó al tercer piso del Busch Stadium, a diferencia del 500, que fue por la banda contraria.
Con su batazo, en el tercer episodio y ante los lanzamientos del abridor Jack Flaherty, Cabrera llevó a los Tigres de Detroit a una victoria 4-3 sobre los Cardenales de San Luis, en partido de interligas.
De 423 pies, es su segundo cuadrangular más largo de la temporada. Durante el partido ante San Luis también se puso a 43 de los 3.000 hits, luego de haber conectado un imparable por el jardín derecho.
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