Miguel Cabrera no encuentra palabras para describir lo que sintió al conectar su hit 3.000 este sábado en el Comerica Park, el hogar de los Tigres de Detroit. Admite que se siente orgulloso de sus logros en la MLB, pero para él lo más importante, siempre, es seguir ayudando a su equipo a ganar.
“Anoche me preguntaron cómo me sentía respecto al jonrón 500 o el hit 3.000, o el primer hit en la MLB. Dije que este sentimiento que tengo ahorita es indescriptible. Es algo que me llena de mucha emoción. Estoy orgulloso de lo que he hecho y quiero seguir haciendo cosas”, expresó el maracayero en una rueda de prensa posterior al encuentro ante los Rockies de Colorado, que quedó 0-13 a favor de Detroit.
El toletero, que en el juego también superó al legendario Roberto Clemente al batear su imparable número 3.001, afirmó que se sintió emocionado al ver a un grupo de venezolanos cantando el Himno Nacional en el Comerica Park.
“Es emocionante ver que un país cante tu Himno Nacional y ver a esas personas que vinieron a apoyarnos, uno siempre los lleva en el corazón”, dijo.
Preguntado sobre qué pensó cuando bateó el hit 3.000, indicó que muchos recuerdos vinieron a su memoria, como cuando llegó por primera vez a Detroit y veía cada noche a miles de personas en el estadio. “Sé lo que significa el juego para los fans. Me sentí feliz de verlos ahí”, añadió.
El manager de los Tigres, A. J. Hinch, elogió a Cabrera y destacó su autenticidad y su pasión por la pelota. “Estoy orgulloso y feliz por él. Miggy trata de no ser él el protagonista, pero esto es algo especial”, aseguró.
Con esta nueva marca, Cabrera ahora forma parte de un grupo muy pequeño en el que están Hank Aaron y Willie Mays: el de los peloteros con 3.000 hits, 500 jonrones y un average de más de .300.
Y si batea el doble que le falta para los 600, igualaría a Aaron como los únicos en superar 500 jonrones, 3.000 hits, 600 dobles y culminar su carrera con .300 de average.