Cualquiera puede suponer que a un jugador de la talla y jerarquía de Miguel Cabrera no hay nada a estas alturas que pueda perturbarlo sobre un terreno de juego.
Son exactamente 2.264 juegos de experiencia que tiene en las Grandes Ligas, una de las cifras más altas para un pelotero que aún se mantiene activo. Pero aún así, el domingo, en su primer juego de los Spring Training, hubo una situación que lo hizo reflexionar sobre sí mismo.
Cabrera volvió a pisar un diamante por primera vez después de ocho meses inactivo por el desgarro del bíceps de su brazo izquierdo que sufrió a mediados de junio del 2018, y aunque consiguió un hit, además de una base por bolas, la inconformidad lo acompañó durante toda la jornada.
“Fue un poco raro. Parecía que no sabía lo que estaba haciendo. Fue bueno batear un hit, pero en el campo, en las bases y defensivamente me sentí incómodo”, le reconoció Miggy al Detroit News luego del partido en el que los Tigres de Detroit cayeron 16 a 6 frente a los Filis de Filadelfia en el estadio Publix Field de Lakeland, Florida.
Miguel Cabrera fue alineado como cuarto bate e inicialista por el manager Ron Gardenhire y en su primer turno, después de llegar a cuenta de 3 bolas y dos strikes, pudo sacarle una base por bolas al lanzador cuáquero Drew Anderson.
Acto seguido, su compañero Jeimer Calendario bateó un rodado por la primera base y Cabrera en su recorrido hacia la segunda base bajó el ritmo y ni siquiera se deslizó para que se completara un dobleplay con cierta facilidad.
Al ser consultado sobre dicha jugada, misma en la que realizó una mueca con su rostro tras ser retirado en la intermedia, el excelso bateador venezolano confesó que no se trató de una molestia física, ni nada por el estilo. “Yo solo estaba como, ‘¿Qué estoy haciendo?’”.
Percepción del mandamás
Ron Gardenhire, capataz de los felinos, no estuvo ajeno a lo que ocurrió con su principal figura. Siguió de cerca cada uno de sus movimientos y percibió el desconcierto que exhibía Cabrera en cada una de sus acciones.
“Él ha estado fuera por mucho tiempo, aunque ahora mismo no se trata de la salud ni nada de eso”, manifestó Gardenhire. “Miraba alrededor como, ‘hombre, ha pasado mucho tiempo’. Se sentía incómodo con su juego de piernas y todo lo demás. Es normal porque no lo ha hecho desde hace mucho. Tenemos que darle tiempo y estará bien. Solo necesitamos que vaya entrando en acción”.
Se espera que Cabrera comience a tener mayor participación durante la primavera, alternando su labor como inicialista y bateador designado. No obstante, de acuerdo con el cuerpo técnico de Detroit, su carga de trabajo va a estar sujeta a cómo vaya saliendo su proceso de readaptación en situaciones reales del juego.
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