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Foto: AFP

El serbio Novak Djokovic sufrió una sorprendente derrota el domingo ante el ruso Daniil Medvedev en la final del Abierto de Estados Unidos y se quedó a un paso de completar el primer Grand Slam del tenis masculino desde hace 52 años.

Medvedev, número dos del mundo, se impuso por 6-4, 6-4 y 6-4 a un frustrado e irreconocible Djokovic en la pista central de Flushing Meadows (Nueva York).

El serbio se quedó así con triunfos en tres de los cuatro torneos grandes de 2021, sin poder completar el primer Grand Slam en un año calendario desde Rod Laver en 1969.

Con esta inesperada derrota, Djokovic tampoco pudo adelantarse a Roger Federer y Rafa Nadal en la carrera por el mayor número de títulos de Grand Slam, todos ellos empatados a 20.

Emocionado hasta las lágrimas en la entrega de premios, Djokovic se centró en agradecer el gran apoyo que le brindó el público neoyorquino en esta final.

«Me gustaría decir que aunque no he ganado el partido, mi corazón está lleno de alegría y soy el hombre más feliz del mundo porque ustedes me han hecho sentir especial en la cancha», dijo Djokovic.

«Nunca me he sentido así en Nueva York. Me han emocionado y les veré pronto», dijo el serbio antes de levantar la bandeja del subcampeón con una sonrisa.

«Eres el más grande»

En uno de los partidos más trascendentes de la historia del tenis, el número uno mundial fue incapaz de superar la presión y ansiedad frente a un poderoso rival hambriento por alcanzar su primer título de Grand Slam y con cinco horas menos de juego en sus piernas.

Al ver que se le escapaba el partido de su vida, Djokovic pagó su frustración rompiendo una raqueta en el segundo set pero, zanjada la derrota, terminó felicitando y abrazando en la red a Medvedev.

«Increíble partido. Si hay alguien que merece un título de Grand Slam ahora eres tú», le reconoció Nole.

El serbio, de 34 años, acumulaba este año 27 victorias seguidas en torneos de Grand Slam, que le valieron para alzar el Abierto de Australia, Roland Garros y Wimbledon.

Con una victoria ante Medvedev hubiera completado el segundo Grand Slam de la era Open, que se inició en 1968, tras el del australiano Rod Laver, que estaba presente el domingo en Flushing Meadows.

Más de 20.000 espectadores, incluidas celebridades como los actores Brad Pitt y Bradley Cooper, abarrotaron la cancha anhelando presenciar la gesta del serbio.

El último obstáculo era Daniil Medvedev, un tenista de enorme talento pero que había perdido sus dos finales anteriores de Grand Slam, una de ellas ante Djokovic en febrero en Australia en tres rápidos sets.

El domingo, sin embargo, el tenista de Moscú dio una lección de estrategia, servicio y concentración para frenar a Djokovic.

«Lo siento por ustedes, aficionados, y por Novak, porque sé a por lo que iba hoy (…) Para mí eres el más grande tenista de la historia», reconoció Medevedev a su rival.

Medvedev es el tercer tenista masculino ruso en alzar un título de Grand Slam y el primero desde Marat Safin en el Abierto de Australia de 2005.

Frustrado ante exhibición

Pese a la enorme ovación que lo recibó en la pista, Djokovic arrancó con un tenis frío y errático con el que perdió su servicio en el primer juego.

El número uno, falto de chispa, se apertrechaba tras su servicio para no descolgarse de Medvedev, que avanzaba con autoridad hacia la captura del primer set, que se embolsó con un último juego de dos “aces”.

Por quinto partido consecutivo, Djokovic se veía con una desventaja de una manga y la necesidad de reaccionar.

El público trataba de darle energía al serbio, que mostraba crecientes signos de tensión.

Con ventaja 2-1 desperdició dos pelotas de ruptura y lo pagó golpeando con furia la raqueta contra la pista hasta destrozarla.

Al siguiente juego Medvedev logró su quiebre y ya no soltó su ventaja hasta quedarse con el segundo set.

El lobo de Belgrado había remontado dos sets en otra final este año, frente a Stefanos Tsitsipas en Roland Garros, pero esta vez no llegó a mostrar su mejor versión y Medvedev mantuvo el dominio absoluto del juego.

Djokovic había prometido que lucharía por este triunfo como si fuera el último partido de su vida, pero terminó varios puntos caminando y siguiendo la pelota con la mirada.

El serbio alcanzó a salvar una pelota de partido y logró un último quiebre con el que se acercó 5-4.

Sentado en el descanso, Nole sonrió por única vez en el partido llevándose la mano al corazón para agradecer el apoyo del público.

Medvedev tenía un segundo juego de servicio para ganar y con él evitó que Djokovic pudiera protagonizar una de sus épicas resurrecciones.

La histórica caída del serbio fue un segundo terremoto en el US Open después de la victoria en mujeres de Emma Raducanu, que a sus 18 años es la primera campeona de Grand Slam partiendo desde la fase de clasificación.


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