Islandia ha tenido un enfoque exitoso en la lucha contra el coronavirus. El pequeño país nórdico de unos 360.000 habitantes ha podido mantener la pandemia a raya sin la necesidad de aplicar estrictas cuarentenas-si bien las reuniones de más de 20 personas están prohibidas- ni cerrar del todo los comercios y escuelas. ¿Cómo lo ha logrado? Con la aplicación de pruebas voluntarias a toda la población.
Hasta este domingo, la nación islandesa sumaba 1.792 contagios con apenas 10 fallecimientos, una tasa muy baja con respecto a sus vecinos europeos. Del buen manejo del covid-19 puede dar fe la voleibolista venezolana Luz Medina, quien pertenece al Afturelding de ese país.
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«La cultura de Islandia es impecable en muchísimos aspectos y han logrado que el virus se mantenga bajo control. Todo es muy organizado y por los momentos nada de desastres, lo que ha hecho que la situación sea mucho más manejable», dijo Medina al departamento de prensa de la Federación Venezolana de Voleibol.
«Podemos salir sin problemas, hacer ejercicio al aire libre. Ha sido duro estar en casa y dejar la rutina, pero por otro lado tenemos más libertad que en otros países”, explicó la colocadora, desde Reikiaviv, la capital islandesa.
Confinamiento «light»
En cuanto al confinamiento «light» que impera en Islandia, las autoridades del país han anunciado que, posiblemente, el 4 de mayo reanudarán la actividad las escuelas secundarias, las universidades, los museos y los salonees de belleza, pues calculan que la isla ya pasó el pico de la pandemia. Mientras llega el momento de volver a los entrenamientos, la levantadora disfruta de actividades que, por el día a día con el equipo y los compromisos de trabajo, había dejado un poco de lado.
“Recordé mucho lo que me gusta pintar, escribir y como lo dejé de hacer entre tanto y tanto. Creo que redescubrí los pequeños gustos que se nos olvidan entre las rutinas. Aprendí mucho de mí como ser humano y de la sociedad. Me siento muy afortunada de estar aquí y cada día lo valoro un poquito más”, resaltó Medina.
La carabobeña de 23 años de edad llegó a suelo islandés de la mano del KA Akureyri a principios del 2019, pero luego pasó al Afturelding, donde terminó la campaña 2019-2020. Finalizó la temporada invicta y fue una de las jugadoras más destacadas del torneo.
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