El delantero del PSG Kylian Mbappé reflexionó sobre su futuro asegurando que, después de que muchos grandes jugadores abandonaran Europa este verano, a él también le tocará marcharse. Afirmó que la presión no le afecta negativamente, incluso la necesita para rendir al máximo.
«Muchos grandes jugadores que marcaron la historia del fútbol abandonaron Europa este verano y estamos entrando en una nueva era. Es parte del ciclo de este deporte y en algún momento a mí también me tocará marcharme. No me preocupan esos cambios. Simplemente pienso en continuar con mi carrera y seguir mi propio camino», valoró el parisino en una entrevista a GQ recogida por Europa Press.
El futuro del delantero vuelve a estar en el aire, ya quedaría libre este verano, con equipos como el Real Madrid o el Liverpool muy pendientes de su situación. Sin embargo, Mbappé trabaja para que esto no influya en su rendimiento.
«Demostré que la presión no me afecta negativamente, e incluso diría que la necesito para rendir al máximo. La presión me permite mantener el grado de excelencia necesario para jugar al más alto nivel», señaló.
Tampoco decae su deseo de ganar y de ir más allá de los límites de lo posible para hacer grandes cosas en el fútbol. «Está profundamente arraigado en mí», comentó. «Se lo debo a la educación y a las enseñanzas que recibí dentro y fuera del campo, que me ayudaron a formarme como futbolista y como hombre», explicó.
«Solemos olvidarlo, pero cuando jugamos al fútbol, somos eternamente niños. El nivel al que jugamos cambia, pero la mentalidad no. La pasión es constante a lo largo de los años», agregó sobre su forma de entender este deporte.
Sin detenerse
Además, a sus 25 años, Mbappé es un futbolista más maduro que no ha parado de crecer, desarrollando diferentes facetas de su estilo de juego. «Al jugar para seis o siete entrenadores diferentes, aprendí seis o siete formas diferentes de hacer mi trabajo. La mentalidad correcta implica ser capaz de escuchar y adaptarse«, argumentó el jugador. Asimismo, confesó haber evolucionado gracias a escuchar a otros deportistas como Roger Federer, Kevin Durant, Rafa Nadal, Nikola Karabatic o Novak Djokovic.
«La gran diferencia es que antes mi atención se centraba realmente en mi rendimiento y en lo que yo personalmente podía aportar al equipo. Ser capitán me proporciona una nueva visión más amplia», dijo sobre su función como líder del combinado galo.
Precisamente, en unos meses, Mbappé y sus compañeros abordarán la Eurocopa en Alemania, torneo para el que están preparados y con confianza. «Hicimos una clasificación muy buena y ahora nuestro objetivo es ganar. Este año perdimos a grandes campeones, jugadores importantísimos como Hugo Lloris y Raphaël Varane, pero el grupo no se vio afectado. Eso demuestra una verdadera cohesión y capacidad de adaptación», celebró.
Además, a finales de julio comienzan los Juegos de París, en los que Mbappé quiere participar, aunque sin «forzar las cosas». «Si me lo piden, me encantaría ir, pero si no es posible, lo entenderé. Para cualquier deportista, los Juegos son una ocasión especial. Yo ya quería ir a Tokio, porque quiero ganarlo todo y grabar mi nombre en la historia de la selección francesa como un jugador que fue importante», reveló.
Finalmente, apuntó que el calendario del fútbol se está acercando al modelo de la NBA, con temporadas de 70 partidos. «No estoy en contra de jugar tantos partidos, pero no podremos ser buenos siempre ni dar al público el espectáculo que espera», advirtió. «En la NBA, los jugadores no juegan todos los partidos y las franquicias han adoptado la gestión de la carga», añadió.
«Pero si yo decidiera decir ‘estoy cansado, este sábado no juego’, no saldría bien parado. El espectador que paga su entrada, y que quizá solo te ve una vez durante la temporada, quiere una actuación digna, y es comprensible», reconoció. «No quiero reñir a nadie, pero tenemos que encontrar juntos la mejor solución posible para que jugadores, espectadores y los órganos rectores puedan adoptarla», zanjó.