Pasó de ser considerada durante unos años como la gran promesa del atletismo estadounidense en el mediofondo a los abusos, autolesiones y tentativas de suicidio. Mary Cain no tuvo ni tiene respiro.
Parece haber perdido esa sonrisa y la alegría que tenía como características indelebles, más allá de sus enormes cualidades deportivas. Estaba marcada para ser una gran estrella, pero todo se derrumbó.
La joven fue contratada por el Nike Oregon Project y allí comenzó su pesadilla y su declive, debido a los abusos físicos y psicológicos que padeció por parte de Alberto Salazar, el polémico entrenador y gurú de ese centro.
“Me empecé a sentir asustada, sola y atrapada. Empecé a tener pensamientos suicidas y a hacerme cortes a mí misma”, confesó Cain.
La atleta reveló detalles de sus problemas
Escucharla resulta estremecedor. La joven de 23 años de edad reveló detalles de sus problemas en una entrevista en video con el New York Times.
«Cuando tenía 16 años recibí la llamada de Salazar. Era el entrenador más famoso del mundo y me dijo que yo era uno de los mayores talentos que había visto. Durante mi primer año me puse en sus manos y su equipo en el Nike Oregon Project. Era la base de entrenamiento más prestigiosa del mundo. Era un sueño hecho realidad», comienza.
“Quería ser la mejor atleta del mundo, pero recibí abusos”
En 2013, con sólo 17 años de edad, Cain se clasificó para la final de los 1.500 metros del Mundial de Moscú y empezó a competir en la Diamond League.
Esa temporada, la de su despegue, Mary llegó a batir un récord mundial juvenil (el de los 1.000 metros indoor) y dos récords continentales juveniles (800 y 1.500 metros). Allí aceptó la oferta del centro de entrenamiento porque consideró que sería vital para su desarrollo profesional.
“Me metí porque quería ser la mejor atleta del mundo, pero en vez de eso recibí abusos físicos y psicológicos por un sistema diseñado a destruir el cuerpo de las niñas”, expresó. Vale destacar que en ese momento el grupo de entrenamientos de Salazar tenía a figuras como Mo Farah y Galen Rupp.
La obligaron a adelgazar
Lo que siguió para la joven neoyorquina fue aterrador. En la entrevista Cain explica que la obligaron a adelgazar. Incluso, Salazar la pesaba delante de sus compañeros para avergonzarla: estaba obsesionado con que la chica pesara 51 kilogramos.
Pero su cuerpo comenzó a sentir las consecuencias. Perdió su período menstrual durante tres años y se rompió cinco huesos. En esos momentos estaba desarrollando osteoporosis e infertilidad.
“Salazar me obligaba a tomar píldoras anticonceptivas y diuréticos para bajar de peso. Estos últimos están prohibidos por las leyes antidopaje”, resaltó Cain.
Cayó en un pozo sin salida
La presión, el maltrato y el agobio llevaron a Cain a la depresión. Sufría en su interior. Parecía haber caído en un pozo sin salida.
“Me empecé a sentir asustada, sola y atrapada. Empecé a tener pensamientos suicidas y a hacerme cortes a mí misma”, confesó.
También, la estadounidense indicó que el programa, extrañamente, no contaba con apoyo psicológico para los atletas ni el acompañamiento de nutricionistas en las dietas.
El punto de inflexión llegó en 2015. Tras una carrera, Salazar volvió a exigirle a la atleta que bajara de peso porque según su parecer, Mary había subido “dos kilos” antes de la competencia.
“Le dije que no podía más, que había empezado a hacerme cortes y él sólo me mandó a la cama a dormir”, detalló la joven.
“Me di cuenta de que el sistema estaba enfermo”
La situación llevó a Cain a un quiebre definitivo. No había más espacio para sentimientos escondidos. “Fue el punto en el que me di cuenta de que el sistema estaba enfermo”, admite.
Mary llamó inmediatamente a sus padres para relatarles el momento. Ellos, horrorizados, le compraron un pasaje de avión para que volviera a su Nueva York natal e inmediatamente presentó su renuncia al Nike Oregon Project.
“Mis papás me pidieron que saliera del infierno», dijo. “La decisión fue dolorosa, pero yo quería sobrevivir. Así que decidí eso, porque ya no me interesaba ser olímpica”, agregó.
Lógicamente, en un principio, la salida de Cain del Nike Oregon Project llamó la atención en el mundo del atletismo. Desde adentro del centro de entrenamiento se deslizó que la chica no había sido capaz de resistir el régimen de Salazar.
En el ambiente deportivo se creyó esa versión porque Cain abandonó las prácticas luego de una mala temporada en cuanto a los resultados. Hasta que ella tomó coraje para relatar su historia tal como había sucedido.
Salazar fue suspendido por cuatro años
Hace un mes, Salazar fue suspendido por cuatro años después de ser declarado culpable de violación a las reglas antidóping. La sanción contra el entrenador de 61 años de edad se produjo después de una investigación iniciada en el programa BBC Panorama en 2015 y que continuó en la Agencia Antidóping de los Estados Unidos (USADA).
La entidad descubrió que el cubano nacionalizado estadounidense traficaba o intentaba traficar con testosterona, un anabólico prohibido; manipuló el proceso de control de dopaje de los atletas; y administró sustancias a través de infusiones intravenosas por encima de los límites permitidos por la USADA.
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Otras atletas aseguran haber vivido situaciones similares
Salazar siempre negó las acusaciones de Cain, aunque otras atletas aseguran haber vivido situaciones similares. Lo cierto es que el Proyecto Oregon fue cancelado y se anunció que Mark Parker -CEO de la compañía- ya no cumplirá esa función desde enero de 2020. Cain teme que la compañía inicie otro proceso similar, aunque con otro nombre. Y reclama más mujeres en el poder.
“Me pregunto qué hubiese sido de mí si hubiese habido una psicóloga, una nutricionista o incluso una entrenadora en el programa”, sostiene. Por lo pronto, hoy la joven intenta recuperarse en su casa cerca de Nueva York.