Los jugadores de la selección española de fútbol se dieron un baño de masas este lunes en Madrid ante unos aficionados que soportaron un día de mucho calor para agradecerles su triunfo inesperado en la Eurocopa tras imponerse a Inglaterra en la final (2-1).
«¡Somos campeones de Europa!», repitió tres veces el capitán del equipo, Álvaro Morata, al abrir los parlamentos de los jugadores en una plaza de la Cibeles de Madrid abarrotada.
Morata ejerció de maestro de ceremonias presentando con bromas y elogios uno a uno a sus compañeros, pidiendo el Balón de Oro para Rodri, el centrocampista del Mánchester City, y lanzó un dardo a los ingleses al reclamar que «¡Gibraltar es español!», dijo, sobre el enclave británico del sur de la península ibérica.
«¡Nico, Nico, Nico!», estalló la gente cuando Morata presentó a Nico Williams, el atacante del Athletic de Bilbao que a los 22 años ha sido una de las estrellas del equipo y que abrió el marcador de la final.
Lamine Yamal fue otro de los grandes aclamados en la Cibeles, lugar habitual de celebración del Real Madrid. «Ha pasado de liarla en la clase» de la escuela «a liarla en la Eurocopa», dijo Morata sobre la juventud -17 años- del jugador del Barça, sensación del torneo de Alemania y elegido mejor jugador joven.
El defensa del Chelsea Marc Cucurella, que con su energía en el terreno de juego, su simpatía y su peinado se ha convertido en uno de los favoritos de la afición, fue también muy aplaudido. El catalán aceptó cantar la canción que le dedican en los campos ingleses: «Cu-cu-rella, se come una paella, se bebe una [cerveza] Estrella; Haaland tiembla, que viene Cucurella».
«Superación, sacrificio, trabajo, compañerismo, generosidad, talento», afirmó el seleccionador Luis de la Fuente, enumerando las cualidades del grupo que dirige.
«Hacía tiempo»
La selección recorrió Madrid en un autobús rojo descubierto con una inscripción llamativa en inglés: «it’s only the beginning» («es solo el principio»).
Con una camiseta blanca con el dorsal 4 delante -en alusión a las cuatro Eurocopas de su palmarés-, y saludando a derecha e izquierda a los aficionados que aguardaron horas en un día de mucho calor, los jugadores se dirgían a la plaza de Cibeles para concluir las celebraciones.
«Hacía ya mucho tiempo que no notábamos estas ganas» con la selección, explicó a la AFP la madrileña Marina Jiménez, de 31 años de edad, una ama de casa que iba acompañada de su hijo pequeño, doce años después del último triunfo grande de la selección, en la Eurocopa de 2012.
La jubilación de aquel equipo nacional que ganó el Mundial 2010 y dos Eurocopas seguidas (2008 y 2012) con nombres como Iniesta, Xavi, Sergio Ramos, Fernando Torres o Iker Casillas dejó una sensación de orfandad entre los aficionados a la selección, que duró… hasta el domingo.
«Llevaba mucho tiempo con una selección que no enganchaba» y esta «nos ha enganchado a todos, desde el primer partido yo tenía bastante confianza», explicó Sergio Chamorro, trabajador de la construcción de 33 años de edad, enfundado en la camiseta del equipo nacional.
«Queremos más»
Antes del recorrido en autobús, el equipo fue recibido el rey Felipe VI, a quien regalaron una camiseta firmada por los jugadores con el lema «reyes de Europa».
En la escalinata del palacio de la Zarzuela, el equipo posó con la familia real. La reina Letizia vestía de rojo, y la princesa Leonor y la infanta Sofía llevaban la camiseta de la selección con el dorsal 10.
Los jugadores fueron recibidos también por el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, que les pidió más triunfos: «Queremos mucho, queremos más».
🇪🇸 𝘙𝘌𝘠𝘌𝘚 𝘋𝘌 𝘌𝘜𝘙𝘖𝘗𝘈
¡Gracias afición por una noche que jamás olvidaremos!#C4MPEONES | #VamosEspaña pic.twitter.com/qgIYKPt6Nb
— Selección Española Masculina de Fútbol (@SEFutbol) July 15, 2024
El dirigente socialista les dio las gracias por «haber dado la mejor versión de España, por haber mostrado esa capacidad de esfuerzo, de remontada, de espíritu de equipo, de sacrificio».
Con un estilo de juego seductor y emocionante, La Roja ha vuelto a lo más alto del continente para convertirse en la primera selección que gana una 4ª Eurocopa tras los triunfos de 1964, 2008 y 2012.
A lo largo de la competencia, el equipo de Luis de la Fuente ha superado los obstáculos, muy complicados, que le pusieron potencias del fútbol europeo como Italia, Croacia, Alemania, Francia e Inglaterra, su última víctima.
Con un toque de magia que ha seducido a todo el país, como lo demuestran los datos de audiencia: la televisión pública alcanzó puntos de casi 16 millones de telespectadores durante la final,84% de cuota de pantalla.
«Estar hoy aquí significa mucho, han vuelto a unir a un país y es muy bonito», explicó, por ejemplo, Cora Barciela, veinteañera de Mallorca que el domingo vio el partido en la plaza Colón de Madrid.
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