Hace 10 años los gritos de “u-ru-gua-yo” sonaban en el estadio Vicente Calderón en honor a Diego Forlán. El sábado, el grito volvió a oírse para ensalzar a Luis Suárez, convertido ya en nuevo ídolo rojiblanco. Su gol en Valladolid en la victoria del Atlético (2-1) valía un título de liga.
El grito que acompañaba las hazañas de Forlán durante sus cinco años en el Atlético (2007-2012) volvió a resonar en las celebraciones de los aficionados rojiblancos.
Pero, esta vez, su destinatario fue su compatriota y también delantero Luis Suárez, uno de los grandes artífices del undécimo trofeo liguero, que el Atlético recibirá este domingo en su estadio Metropolitano.
«Marca, asiste y también es una gran personalidad fuera del campo. Sin duda fue un gran error del Barcelona, que lo echa de menos», aseguraba Forlán, ganador de una Europa League y una Supercopa de Europa con el Atlético, en una entrevista con AFP.
“Hombre de raza”
Prácticamente echado del Barcelona, Luis Suárez aterrizó en el Metropolitano en septiembre casi a coste cero, ya que el Atlético solo pagará 6 millones de euros en variables (6,9 millones de dólares) al Barcelona.
Un “regalo” por el que apostó el técnico Diego Simeone, que el sábado se mostraba contento de su elección.
«No inventé nada. Suárez es un hombre de raza, desafiante, un goleador, un tipo que ante la salida de un extraordinario club como es el Barcelona dijo quiero seguir mostrando que estoy vigente», afirmó el técnico rojiblanco.
El delantero charrúa marcó el sábado el gol de la victoria que daba el título al Atlético y, entre lágrimas, agradecía la confianza del Cholo y el equipo rojiblanco.
«Siento muchísimas cosas, es difícil en la situación que le tocó vivir a uno, que empieza la temporada de la forma como me menospreciaron y el Atlético me abrió las puertas para demostrar que uno quiere seguir vigente», relataba el artillero uruguayo.
«Por eso siempre voy a estar agradecido a este grandísimo club por confiar en mí», añadía, superado por la emoción.
Su imagen, sentado en el césped del estadio de Zorrilla, llorando mientras hablaba por teléfono con su familia dio la vuelta al mundo.
El Pistolero y sus 21 tantos, que lo dejaron como cuarto mejor goleador del campeonato, contribuyeron decisivamente a la sufrida victoria final de los rojiblancos.
«Se reivindicó y agradeció a su nuevo club, que a su vez tiene mucho que agradecerle a él. Todo el año he tenido la impresión de que era futbolista para jugar en el Atlético; nunca ha sido un cuerpo extraño en el equipo», escribió sobre el uruguayo el presidente de honor de As, Alfredo Relaño, este domingo en su columna.
Reaparición oportuna
Tras estrenarse en su primer partido con el Atlético con un doblete, Luis Suárez ha mantenido una regularidad goleadora, solo rota en la última parte de la temporada.
Tras marcar su último gol el 23 de marzo frente al Alavés (1-0), Suárez no volvería a ver puerta hasta las dos últimas jornadas de Liga, justo a tiempo para mantener a su equipo arriba y rubricar el campeonato.
El 16 de mayo, en la penúltima fecha, el artillero uruguayo marcó sobre la campana el tanto que daba una agónica victoria al Atlético ante el Osasuna 2-1 para conservar el liderato liguero.
Y el sábado, tras volver a empezar por detrás frente al Valladolid, el Pistolero en un mano a mano con el portero rubricó el 2-1 que daba el título al conjunto rojiblanco.
Tras este exitoso primer año, Luis Suárez todavía tiene otro más de contrato para consolidar su idilio con la afición rojiblanca, de la que ya es un ídolo en apenas nueve meses.