Con el parón de la NBA por la crisis del coronavirus es buen momento para repasar lo que se ha destacado en esta temporada. Y no es que haya que darla por cerrada, porque no se ha anunciado la cancelación. Pero sí un nuevo retraso en la reanudación de las acciones.
El último reporte indica que no se jugará hasta mediados de junio y para terminar en agosto.
Sin partidos en el horizonte y con más de tres cuartos de la temporada regular ya disputada, ¿quiénes han sido los mejores en categoría individual? O dicho de otro modo, ¿quiénes serían los ganadores de los premios que reparte cada año la Liga al final de la temporada?
Aquí están algunos de los candidatos repartidos por categorías, algunas con favorito evidente y otras con un grupo bastante amplio de aspirantes.
MVP de la NBA
La pelea empezó entre cuatro (Giannis Antetokounmpo, LeBron James, James Harden y Luka Doncic), incluso cinco (Anthony Davis), pero se ha quedado en cosa de dos.
Los dos primeros para ser más exactos. Antetokounmpo sigue siendo el gran favorito para repetir un premio que ya se llevó el año pasado. Su producción ha crecido respecto al curso anterior y su equipo estaba en progresión de llegar a las 70 victorias, los que habría convertido a los Bucks en el tercero en lograrlo en la historia.
Ese ritmo asombroso se descarriló justo antes del parón con una triple derrota en el Oeste, de la que el griego se perdió dos, aunque en las últimas dos semanas de competencia ya habían tenido algún otro traspié y habían bajado algo el rendimiento.
LeBron James estaba en estado de gracia, lo que llevó a cuestionar si el jugador griego es tan favorito como parecía. Muchos empezaron a pedir que se reconsiderase esta opción y abogaban porque un jugador de 35 años de edad con los números y la incidencia en el juego de LeBron merecían un reconocimiento como el MVP.
Por cierto, sería el quinto de su carrera e igualaría a Michael Jordan y Bill Russell, y solo Kareem Abdul-Jabbar tendría más.
La ventaja de los Bucks ahora es de tres partidos sobre los Lakers, ambos líderes de sus conferencias.
Ese era uno de los puntos fuertes de la candidatura de Antetokounmpo, el récord del equipo. Y lo sigue siendo. El problema para él es que a estas alturas eso ya no supone una diferencia notable.
Harden y Doncic, a pesar de hacer los dos una temporada magnífica en líneas generales, no han aguantado el ritmo. Es probable que hoy se llevase el premio el griego, pero la tendencia de los últimos partidos hacía pensar en el astro de los Lakers como un candidato más que evidente.
La NBA y su defensor
Anthony Davis se llevaría su primer premio de defensor del año. Se trata de uno de los mejores jugadores altos de la Liga en su lado de la cancha. Si exceptuamos la temporada 2019-20, en la que se perdió un gran número de partidos, de las cuatro anteriores en tres fue seleccionado para alguno de los mejores quintetos de la temporada (en el primero en 2018).
Davis ejemplifica mejor que ningún otro jugador de la plantilla el punto fuerte de los Lakers. Si hay que quedarse con algo de los angelinos eso es su tremenda defensa, que le ha llevado a ganar más de un partido en el que el ataque no era del todo efectivo.
Y en ese sentido destaca el ala-pívot, que con acciones individuales en algunos finales apretados ha sido clave para los de púrpura y oro, sin olvidarnos de su rendimiento medio habitual.
Dos jugadores que podrían estar en la terna de aspirantes son Antetokounmpo y Ben Simmons.
El primero ya sonó el año pasado para este premio, pero el gran inconveniente que veía la gente era darle dos premios, el MVP y este. Algo similar le ocurre esta temporada.
Ganar ambos solo lo han hecho Jordan y Olajuwon. No parece que la candidatura del griego sea tan potente como para igualar una gesta similar.
En cuanto a Simmons, un jugador élite en defensa que lo ha demostrado más de una vez esta temporada, le afecta el bajo rendimiento general de los Sixers, muy por debajo de lo que se esperaba de ellos en general y en particular en tareas defensivas, donde se les suponía iban a ser una fuerza de la naturaleza. Y lo han sido a ratos, pero no con la suficiente continuidad como para estar satisfechos.
Rookie del Año
Aquí parece que hay una pelea entre dos, pero porque uno de ellos se llama Zion Williamson. Si no, probablemente no habría discusión alguna en que Ja Morant debe ser el novato del año.
Y quizá no la haya y se lo lleve Morant , pero el simple hecho de sacar a colación el nombre del nuevo elegido del baloncesto estadounidense hace que cualquier cosa salte por los aires.
La verdad es que para lo poco que ha jugado el ala-pívot de los Pelicans ha tenido un impacto bastante grande en el juego. Ya es el segundo novato con un promedio de puntos mayor en el siglo XXI, desde Blake Griffin, y el segundo jugador de toda la Liga que más anota en la pintura.
Todo esto recordemos que con 1,98 de estatura y casi 130 kilos de peso, características que iban a ser las causantes, para muchos, de que se estrellara al llegar a la NBA.
No ha pasado. Pero si Zion jugase todos los partidos que quedan de liga regular y le dan el premio, sería el jugador que menos encuentros ha necesitado disputar para llevárselo.
Mientras tanto está enfrente Ja Morant, número 2 del draft que ha jugado como si fuese un número 1 (no lo fue porque estaba Zion, otra vez) y que se ha convertido en líder de unos Grizzlies que están rompiendo todas las apuestas manteniéndose con seguridad nada propia de un grupo de jóvenes, inexpertos muchos de ellos, en el octavo puesto del Oeste en la NBA.
Morant, que impresionaba en la universidad sobre todo por su capacidad anotadora y su físico con el que se colgaba del aro una y otra vez, está demostrando ser un base generador de juego mucho más hecho para llevar el peso de un equipo de lo que muchos pensaban.
Sexto hombre
Este puede ser el premio menos discutido de todos. Dennis Schroder parece favorito claro para llevárselo, ocho años después de que ya se lo diera Harden a los Thunder.
El alemán se ha convertido en parte indispensable de la revelación de la temporada en la NBA, el equipo de Oklahoma City que se quedó quinto y a punto de alcanzar el cuarto puesto. Su rol como tercer base (pero jugando los tres a la vez) está siendo todo un éxito y sus intervenciones copian un poco las de dos de los suplentes más valorados en la Liga en los últimos años: Lou Williams (ganador las dos últimas temporadas) y Montrezl Harrell.
Ambos juegan en los Clippers y ambos son suplentes que acaban todos los partidos de titulares. Así lo hace ahora el alemán de los Thunder en ese quinteto final, que es el mejor por estadística de toda la Liga y que tiene un rendimiento tremendo en los últimos minutos de partido.
Más evolución
Un premio que tendrá muchos pretendientes: Adebayo, Ingram, Tatum, Sabonis, Graham… La lista puede ser enorme. Seguramente el primero sea quien ocupa el puesto más alto de la clasificación teniendo en cuenta de dónde venía.
Aunque todos los nombrados antes (y algunos más) han crecido como jugadores esta temporada, ninguno lo ha hecho tanto como Adebayo, que se ha convertido en una estrella de la Liga casi sin esperarlo, hasta el punto de ser All Star de la NBA.
Tanto Ingram, Tatum y Sabonis ya habían demostrado ser jugadores de mucho nivel antes de este año, aunque los tres hayan explotado como estrellas ahora. En cuanto a Devonte Graham, que también ha tenido un crecimiento exponencial, está en su segunda temporada en la NBA y se puede esperar que un jugador de un gran paso adelante entre su año de rookie y el de sophomore.
Entrenador
Otra categoría con mucha competencia en la NBA y seguramente mucho más difícil de discernir. Para empezar podría repetir perfectamente Mike Budenholzer, que ha mejorado a los Bucks (lo que parecía muy difícil) hasta situarles en el camino de las 70 victorias. Pero el hecho de ganarlo la pasada campaña podría jugar en su contra. Si los que votan deciden no repetir, las opciones son múltiples.
Hay dos que destacan tremendamente por lo que se suponía que iban a hacer sus equipos y lo que están haciendo en realidad.
Por un lado Nick Nurse, que después de hacer campeones a los Raptors y perder a Kawhi Leonard (y a Danny Green) y no traer a nadie realmente de peso tiene a los canadienses segundos del Este, con un récord (71,9% de victorias) que cualquier otro año les haría líderes y jugando como los ángeles aunque en la mayoría de partidos no tenga a la plantilla al completo.
Entre lesiones de unos y de otros ha tenido que improvisar quintetos casi todo el año sin que el rendimiento se haya resentido lo más mínimo.
El otro que destaca es Billy Donovan, que tiene a los Thunder peleando por la ventaja de campo y en camino de la primera temporada de 50 victorias de la franquicia en la NBA desde que se marchó Kevin Durant, todo ello después de traspasar a las dos estrellas del equipo: Russell Westbrook y Paul George.
Con cinco jugadores de gran nivel (Paul-Shai-Schroder-Gallinari-Adams) y poco más, sería un vencedor más que digno.
Ejecutivo del año en la NBA
El premio quizá menos popular para el gran público. Sam Presti, que deshizo definitivamente el proyecto de Oklahoma a cambio de una caravana de rondas de draft, un Chris Paul que parecía en decadencia, un Danilo Gallinari y un Shai Gilgeous-Alexander prometedor ha convertido todo eso en una jugada maestra.
Resulta que los Thunder están deportivamente por encima de donde estaban y con el futuro asegurado en la NBA. Favorito al premio quizá junto a Rob Pelinka, que por fin logró traer a Anthony Davis a los Lakers y que, después de esperar cuatro días en julio a Kawhi Leonard perdiendo casi todo lo demás para que al final le acabase dando calabazas, tuvo los reflejos o el plan B para montar un plantilla alrededor de LeBron capaz de competir al máximo nivel.