Una carrera contra el tiempo, con un sinfín de obstáculos por las restricciones en sus países por la pandemia, es la que los deportistas latinoamericanos han sorteado para preparar su participación en los Juegos Olímpicos Tokio-2020, retrasados un año por el covid-19 y que se disputarán en circunstancias muy atípicas.
Casi año y medio después de la irrupción del nuevo coronavirus en América Latina, los atletas clasificados de la región, y otros que buscaron sus plazas en torneos preolímpicos este año, desarrollaron los entrenamientos con dificultades y limitaciones por el impacto del confinamiento.
La suspensión, cancelación o aplazamiento de casi todas las competiciones a lo largo y ancho del planeta por la crueldad de la pandemia, tendrá un efecto lógico en el rendimiento de los deportistas.
Brasil y su «Missão Europa»
Con la pandemia atacando con dureza a Brasil, segundo país del mundo con más muertes, con más de medio millón, el Comité Olímpico Brasileño envió a Europa durante seis meses, en el segundo semestre de 2020, a 238 atletas de 24 modalidades para que entrenaran «con seguridad» en momentos de parálisis mundial por el covid-19.
La base principal de la llamada «Missão Europa» fue en Rio Maior, en Portugal, aunque también tuvo presencia en otras ciudades portuguesas, igual de Francia, España y República Checa.
«Después de ese periodo de entrenamiento, cada equipo prosiguió con el planeamiento delineado, que preveía la participación en competiciones o el retorno a Brasil, con condiciones adecuadas de preparación», explicó el presidente del COB, el exjudoca Paulo Wanderley, a la AFP en enero pasado.
El lanzamiento de la «Missão Europa» y la reapertura de un centro de entrenamientos en Rio de Janeiro fueron la respuesta a las limitaciones de muchos atletas para entrenar.
La selección masculina de fútbol, por ejemplo, tuvo problemas para conseguir rivales para los amistosos preparatorios. «Fue bastante complicado principalmente por el escenario del covid, la dificultad de locomoción, de entrada a los países», explicó el DT André Jardine a la AFP en mayo.
En los techos de la isla
Las casas de los atletas cubanos en la isla se convirtieron desde marzo de 2020 en improvisados gimnasios. Patios, habitaciones, techos, terrazas, incluso balcones, fueron los espacios a los que tuvieron que recurrir para cumplir con los entrenamientos.
El director de alto rendimiento del estatal Instituto del Deporte, José Antonio Miranda, aseguró que la preparación ha sido «muy compleja» y ha sufrido «constantes cambios» a causa de la emergencia sanitaria en el país.
«Se concentró desde agosto (de 2020) a los deportes priorizados, atletismo, boxeo y lucha, en Camagüey, Ciego de Ávila y Santi Spíritus, y los niveles de preparación con los que llegaron a esas concentraciones nos permitió mantener la preparación», señaló.
«A partir de ahí nos concentramos en 24 atletas con potencialidades para estar en el medallero en 7 deportes (atletismo, boxeo, canotaje, judo, lucha, tiro y taekwondo)», agregó.
La base de los resultados en el medallero está sustentada en un grupo de atletas que culminaban su vida deportiva en 2020.
«Para atletas como Mijaín López ha significado un año más de entrenamiento, para Idalys Ortiz, Julio La Cruz, Serguei Torres, Rafael Alba tuvimos que hacer casi que el traje a la medida de cómo prepararlos para que llegaran en la mejor forma», puntualizó Miranda.
Colombia a escondidas en Portugal
Ante un tercer pico de la pandemia que deja cifras récord de muertes y contagios en el país, el Comité Olímpico Colombiano organizó un campamento de entrenamiento en un lugar no especificado de Portugal para la vigente campeona de salto triple, Caterine Ibargüen, y los cinco integrantes del equipo que competirá en la prueba de relevos 4×100 de varones.
Los demás atletas que han asegurado cupos a Tokio sostuvieron su preparación de forma individual, según el COC.
«Se han cancelado muchos (eventos) por el tema del covid», dijo a la AFP el marchista José Montaña, quien disputará las pruebas de 20 y 50 km. Aunque su clasificación a la prueba reina estuvo en suspenso por la avalancha de cancelaciones de eventos deportivos, su puesto en el ranking mundial le dio la plaza.
México a los parques
México también se vio obligado a cerrar sus campos y escenarios de entrenamiento por el arribo de la pandemia.
«El cierre de las instalaciones tuvo un impacto negativo», afirmó Oscar Juanz, subdirector de la estatal Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte.
«Muchos de los deportistas lo que hicieron fue entrenar en sus casas, entrenar en parques, jardines. La parte emocional se vio afectada por el ritmo de trabajo y el hambre de los deportistas de querer competir», comentó.
Para la maratonista Daniela Torres, de 26 años de edad, la postergación de los Juegos le cayó como anillo al dedo.
«A mí me favoreció que se pospusieran porque si se hubieran hecho en el 2020 habría tenido descartada por completo la posibilidad de ir», aseguró.
Argentina con el visto bueno presidencial
En Argentina, en medio de un panorama creciente de contagios y muertes, el gobierno del presidente Aníbal Fernández autorizó a mediados de 2020 a los deportistas olímpicos a volver a los entrenamientos en los escenarios que habían sido cerrados en marzo de ese año.
El retorno se hizo en medio de estrictos protocolos sanitarios, luego de que los atletas entrenaran en sus casas por casi tres meses y medio.
«En mi caso fueron siete meses inactivo, de marzo a septiembre en Córdoba. Después tuve la suerte de poder ir a Rusia a entrenar y desde octubre no he parado. En Rusia no tenemos restricciones para entrenar, es un poco como antes», dijo a la AFP el luchador Agustín Destribats, debutante en Juegos Olímpicos.
La judoca Paula Pareto, medallista de oro en Rio-2016, aprovechó los meses de cierre de instalaciones para entrenar en su casa, y compartió en sus redes sociales las espectaculares rutinas, que rápidamente se hicieron virales.