DEPORTES

Los Juegos Olímpicos de Tokio podrían celebrarse a puerta cerrada

por Avatar AFP

Los Juegos Olímpicos de Tokio-2020 podrían celebrarse a puerta cerrada, declaró este viernes en una entrevista con AFP la presidenta del Comité Organizador, prometiendo que el gran evento deportivo, que comienza en tres meses, será «seguro».

Seiko Hashimoto, quien llegó al frente del Comité Organizador de Tokio-2020 en febrero tras la dimisión forzada de su predecesor, envuelto en un escándalo de sexismo, aseguró que los organizadores harán todo lo posible para asegurarse que los Juegos no sean suspendidos.

Podría haber una situación en la que no se pueda permitir ningún espectador, reconoció Hashimoto, agregando que los Juegos solo serán un éxito si los organizadores protegen por completo a los deportistas y a los ciudadanos japoneses.

Ante la incertidumbre creada por la evolución de la pandemia de covid-19, los organizadores retrasaron a junio su decisión de permitir o no la presencia de público local.

En marzo ya prohibieron la presencia de espectadores procedentes del extranjero, por primera vez en la historia.

En Japón, Tokio y otros tres departamentos están desde el domingo pasado sometidos a un estado de urgencia por tercera vez, debido al aumento de los casos de covid-19, lo que obliga a celebrar eventos deportivos a puerta cerrada.

Una población «contenta»

Tokio-2020 recibió críticas por pedir la colaboración de personal médico japonés para el evento, en un momento en que el sistema hospitalario local está al límite, y Hashimoto señaló que la falta de espectadores podría aliviar esta presión.

«Si el evento (olímpico) en sí mismo tuviera que cambiar, sería en lo que respecta a los espectadores», opinó, subrayando que este sería un aspecto que ayudaría a «reducir la preocupación de la gente sobre el sistema hospitalario».

En un intento de apaciguar las preocupaciones de la población local, en su mayoría a favor de un nuevo aplazamiento o de la cancelación, Tokio-2020 publicó unos «manuales» (Playbooks) donde se enumeran estrictas medidas antivirus, una nueva versión de los cuales fue presentada el miércoles.

Estos manuales son «una muestra de solidaridad y respeto de la comunidad olímpica hacia nuestros anfitriones japoneses», dijo el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach.

Los organizadores de los Juegos no prevén exigir cuarentena para los deportistas y las vacunas no serán obligatorias.

Hashimoto explicó que las normas se seguirán perfeccionando pero se mostró convencida de que los Juegos podrán celebrarse de manera «segura».

«Es una responsabilidad importante. Quiero dejar esto claro mientras trabajamos para organizar los Juegos», recalcó.

Aunque aseguró que escuchaba las preocupaciones de la población, Hashimoto dijo que esperaba finalmente que el público estuviera «contento» de que se celebrara el evento.

«Mi gran objetivo es preparar los Juegos de manera que la gente vea las cosas de este modo», reconoció.

«Demostrar que estamos unidos»

Cuando los Juegos se retrasaron el año pasado a 2021, los organizadores aseguraron que sería la prueba de que la humanidad había triunfado sobre el virus, pero esta promesa parece cada vez menos realista ya que la situación sanitaria sigue siendo grave.

Los Juegos Olímpicos «demostrarán que el mundo puede reunirse, por muy grave que sea la situación», declaró Hashimoto. «Creo que es un momento donde podemos demostrar que estamos unidos».

Japón, un país menos afectado por el coronavirus que muchos otros, sobrepasó esta semana la barrera de los 10.000 muertos desde enero de 2020, dicen cifras oficiales.

Pero el avance de los contagios ya está alterando las pruebas y las clasificaciones, así como el relevo de la antorcha olímpica, forzado a celebrarse a puerta cerrada en varios departamentos.

La organización ha aceptado el hecho de que la situación seguirá evolucionando y trabajan en simulacros para adaptarse, comentó la presidenta de la organización.

Seiko Hashimoto era antes de asumir la dirección de Tokio-2020 una de las dos únicas mujeres ministras del gobierno nipón, encargada de los Juegos Olímpicos y de la igualdad entre hombres y mujeres.

Cuenta con una larga trayectoria, tanto política —ocupa un asiento en la Cámara alta del Parlamento japonés desde 1995— como deportiva.

Entre 1980 y 1990 participó en cuatro Juegos de invierno como patinadora de velocidad y consiguió una medalla de bronce en los Juegos de Albertville (Francia) en 1992, y también disputó tres Juegos de verano como ciclista en pista.