El Athletic de Bilbao se metió en la final de la Copa del Rey al imponerse 3-0 al Atlético de Madrid impulsado por los hermanos Williams, este jueves en la vuelta de semifinales del torneo del KO.
Los goles de Iñaki y Nico Williams (13, 41) y de Gorka Guruzeta (61) dieron la victoria al Athletic Club en San Mamés, después de que los «Leones» ya se hubieran impuesto en la ida en Madrid 1-0.
El equipo vasco se medirá en la final del 6 de abril en el estadio de La Cartuja sevillano con el Mallorca, que el martes ganó en la tanda de penales (5-4 tras empate 1-1) a la Real Sociedad.
«Vamos a ir a otra final y estamos encantados», dijo el entrenador del Athletic Club, Ernesto Valverde.
El Athletic, segundo equipo que más veces ha ganado la Copa del Rey (23) solo superado por el Barcelona (31), jugará su tercera final en los últimos cinco años, en busca de un trofeo que ganó por última vez en 1984.
El equipo vasco perdió la final de 2020 contra la Real Sociedad y la de 2021 contra el Barcelona, ambos en La Cartuja, donde en abril tendrá una nueva oportunidad tras el éxito de este jueves.
Al Athletic Club le bastaron dos zarpazos para imponerse a un Atlético que dominó y llegó más pero no encontró el camino del gol.
«No tuvimos la contundencia ofensivamente», dijo el técnico del Atlético de Madrid, Diego Simeone, tras el encuentro.
«Tenemos que ser más fuertes porque tenemos las características en los futbolistas para serlo. El gol va a llegar, son momentos», añadió.
Los madrileños pudieron adelantarse en un remate de Samuel Lino que paró el meta Julen Agirrezabala (6), que poco después detenía un cabezazo de Mario Hermoso (10).
El Atlético parecía cerca de igualar la eliminatoria, pero una carrera de Nico Williams por la izquierda terminó con un pase al otro costado donde apareció su hermano Iñaki para hacer de volea el 1-0 (13).
«Era imporante abrir el marcador, le he pegado con toda la ayuda de San Mamés», dijo Iñaki Williams a Televisión Española, tras el partido.
El gol cayó como jarro de agua fría sobre el Atlético, que este jueves no pudo contar con el lesionado Antoine Griezmann, auténtico catalizador del juego ofensivo colchonero.
Iñaki devuelve el favor
El Atlético, que ya llegaba obligado a marcar, se fue hacia delante, lo que aprovechó el Athletic para volver a sorprender corriendo al espacio.
Iñaki Williams corrió hasta la línea de fondo para ponerla al área, donde su hermano Nico remató prácticamente a bocajarro poniendo el 2-0 (41), que dejaba muy encarrilada la eliminatoria.
Las incisivas llegadas de los hermanos Williams fue la mejor arma de un Athletic Club, que presionaba arriba la salida del Atlético.
Los colchoneros sufrían para llevar al balón hacia la portería de Agirrezabala, al que apenas inquietaron en la segunda parte.
El Athletic de Bilbao pudo aumentar su cuenta tras una nueva carrera de Nico Williams, que dejó un balón franco enviado a las nubes por Sancet (50).
Sancet volvió a probar suerte con otro disparo en el área que despejó Jan Oblak, pero el rechace lo recogió Guruzeta en boca de gol para hacer el 3-0 (61).
El tanto fue la puntilla para un Atlético demasiado blando en las dos áreas que no lograba superar a su rival teniendo sus mejores ocasiones a balón parado.
Memphis Depay, que había entrado por Ángel Correa (53), botó una falta al borde del área que hizo volar a Agirrezabala (75).
En los últimos minutos, el Atlético tiró más de corazón y vivió más cerca del área rival, pero sin acertar con el gol para intentar dar la vuelta al partido.