Después de la renuncia de los seis clubes ingleses inicialmente implicados y del Atlético de Madrid, los tres clubes italianos (Juventus, Inter Milán, AC Milan) fundadores el lunes de la Superliga europea emitieron este miércoles comunicados en los que dan marcha atrás respecto a ese proyecto pero insisten en las virtudes de la idea.
La Juventus, presidida por Andrea Agnelli, uno de los principales instigadores del proyecto junto al español Florentino Pérez (presidente del Real Madrid), reconoció que la nueva competición, llamada a competir con la Liga de Campeones de la UEFA, tiene pocas opciones de realizarse en la forma concebida originalmente, tras la oleada de renuncias.
En su texto, la Juve insistió en que estaba convencida de la validez de las tesis deportivas, comerciales y jurídicas del proyecto y reafirmó estar «comprometida en la búsqueda de la construcción de valor a largo plazo para el club y por el movimiento futbolístico en su conjunto».
En una entrevista publicada el miércoles en el diario La Repubblica, pero concedida justo antes del anuncio de la retirada de los clubes ingleses, Agnelli compartía su visión de la situación: «El fútbol ya no es un juego sino un sector industrial y necesita estabilidad».
Desde su entorno admitían en la mañana del miércoles, tras conocer las renuncias de los clubes ingleses, en que el proyecto de la Superliga europea ya no existía, mientras que la Juventus se desplomaba en la Bolsa de Milán tras la apertura (-12%).
Como la Juventus, el AC Milan optó en su texto por una fórmula con cierta ambigüedad, sin anunciar una retirada formal pero dando un paso atrás y admitiendo el rechazo abrumador de los hinchas a la competición propuesta.
«El cambio no es fácil. Pero las voces y las preocupaciones de los hinchas de todo el mundo sobre el proyecto de Superliga han sido fuertes y claras, y nuestro club debe ser sensible y estar atento a la opinión de los que aman este deporte maravilloso», afirmó el club rossonero, que desde 2018 pertenece al fondo de inversión estadounidense Elliott.
«Viabilidad financiera»
El Inter de Milán fue el primero en manifestar su adiós a la idea de la Superliga europea, de una manera más clara, pero tampoco renunció a su deseo de reformar el fútbol.
«El Inter estima que el fútbol, como cualquier sector de actividad, debe buscar la mejor constante de sus competiciones para continuar procurando emociones a los hinchas del mundo, en un contexto de viabilidad financiera», escribió el club nerazzurro, que pertenece al grupo chino Suning.
«Con esta visión, continuaremos trabajando con las instituciones y con todas las partes concernidas», añadió.
Tras los comunicados de los tres equipos italianos, solo dos equipos, los gigantes españoles Real Madrid y FC Barcelona, seguían oficialmente dentro del proyecto de la Superliga europea, anunciado en la noche del domingo al lunes (hora centroeuropea) con 12 formaciones fundadoras.
Los seis ingleses que abrieron el camino de las renuncias fueron Manchester City, Arsenal, Liverpool, Manchester United, Tottenham y Chelsea.
Ese anuncio convulsiona al fútbol europeo desde entonces y fue percibido por la UEFA como una declaración de guerra a su institución y a su competición estrella, la Liga de Campeones.
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