Los Bucks de Milwaukee sumaron este viernes su octava victoria consecutiva y propinaron la octava derrota a los Charlotte Hornets (103-116), un partido de rutina si no fuera porque los líderes de la NBA estuvieron dominados durante buena parte del duelo y porque el escenario del mismo fue París.
Para sumar su victoria número 40 de la temporada, tardaron en despertar los compañeros de Giannis Antelokounmpo y la propia «bestia griega» pareció haber notar los rigores del traslado a la capital francesa, que sustituyó a Londres como sede de la NBA en Europa, dentro de los duelos internacionales de promoción de la liga estadounidense.
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El MVP de la pasada campaña y su equipo se vieron sorprendidos por una activa defensa de los Hornets, en los que el español Willy Hernangómez tuvo una pequeña aportación
Eso, sumado a sus constantes errores en el tiro exterior, hicieron que la franquicia de Charlotte, dirigida por Michael Jordan, dominaran hasta el descanso y que los Bucks solo pudieran empatar al final del tercer cuarto.
Antelokounmpo estuvo bien defendido y en el ataque de Charlotte Monk se convirtió en un auténtico martillo pilón, hasta superar los 30 puntos.
Pero Milwaukee no dejó en ningún momento que la diferencia fuera demasiado alta en el marcador, nunca por encima de los 8 puntos, lo que dejó el resultado siempre abierto.
La remontada
El tercer cuarto fue el de la remontada, a medida que Gianni fue entrando en el juego, y en el suspiro final los Bucks empataron el marcador, un jarro de agua fría para los de Charlotte, que ya no pidieron aguantar más.
El cuarto definitivo fue un paseo. En busca de un nuevo MVP, la estrella de Milwaekee pisó el acelerador, para acabar con 30 puntos y firmar un nuevo triunfo de su franquicia.
París se vistió de fiesta para acoger a la NBA 9 años después del amistoso que disputaron a orillas del Sena Minessota y Nueva York. Pero, en esta ocasión, se trataba de un partido de la liga regular estadounidense, después de que la capital francesa tomara el relevo de Londres, que acogió duelos similares en los últimos 8 años.
El público europeo acudió en masa, aunque solo 15.000 espectadores lograron su entrada, apenas un 10 % de los que la habían solicitado. Tal ha sido el éxito, que la NBA ya ha anunciado que volverá a París el año próximo.
El tradicional espectáculo de la liga profesional de Estados Unidos se aposentó en el Omnisport de Bercy, que acogió a numerosas estrellas, el París Saint-Germain en pleno, como corresponde a su condición de asociado a los Hornets de Charlotte de Michael Jordan.
El mítico «23» explicó que la colaboración con el PSG fue «algo natural», por la relevancia que está tomando el club de fútbol en los últimos años, por la afición «auténtica» de su estrella Neymar y «porque París es la capital de la moda.
Por ello, la marca de ropa deportiva que lleva el nombre de Jordan viste a los jugadores del PSG y estos no quisieron perderse en primera fila el espectáculo.
Una fiesta que comenzó con dos homenajes, uno a David Stern, el hombre que internacionalizó la NBA, fallecido el pasado día 1, convertido desde su condición de comisionado de la liga en una leyenda de la misma.
El segundo fue para Tony Parker, el francés que más huella ha dejado en la NBA, con sus tres anillos logrados con San Antonio y que jugó la pasada temporada su última en las filas de Charlotte.
Aunque no oficial, un tercer homenaje se llevó Nicolas Batun, el otro francés que más ha brillado al otro lado del Atlántico, capitán de su selección, un veterano cuyo nombre fue coreado por los aficionados.