La victoria que este domingo consiguió Omar Bencomo Jr. ante los Navegantes del Magallanes, con seis innings de apenas una carrera merecida, le permitió llegar a 24 juegos ganados en la LVBP y a 71 entre lo conseguido por él y por su padre Omar Bencomo, que han pasado así a ser la pareja de progenitor y vástago con más lauros en la historia de la pelota profesional venezolana.
Los Bencomo quebraron el empate que desde mediados de la temporada pasada mantenían con Urbano Lugo y Urbano Lugo Jr., quienes consiguieron 70 triunfos en el circuito local entre ambos y ostentaron el tope durante décadas.
Luguito, que se retiró en enero de 1998, forma parte del Salón de la Fama del Beisbol Venezolano.
La familia Bencomo aseguró este logro con doble trabajo en equipo. No solamente combinaron los 47 éxitos del padre con los 24 que ahora tiene el hijo, sino que, además, el mayor estuvo a su lado esta vez como instructor de lanzadores de los Bravos de Margarita, luego de ser también su coach de bullpen en los años recientes.
Bravos en equilibrio
El esfuerzo de Omar David, que incluyó un boleto y cuatro ponches, ayudó a los insulares a cerrar en .500 la segunda semana de la ronda eliminatoria y mantenerse con esa foja en la tabla de posiciones, a pesar de la falta de experiencia que caracteriza a buena parte de su roster.
Urbano Ramón Lugo sumó 18 victorias con los Leones del Caracas entre 1963 y 1975. Rafael Urbano logró 52 entre 1981 y 1998, también con los melenudos.
Bencomo padre consiguió 47 triunfos entre 1983 y 1998 con los turcos, Cardenales de Lara, Petroleros de Cabimas, Caribes de Anzoátegui y Águilas de Zulia. Su hijo lanza en la liga desde 2013, siempre con los Bravos.
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