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Los 9 lugares imprescindibles que no te puedes perder en Qatar 2022

Por EFE
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Mercados tradicionales, playas, el desierto, museos o el skyline de noche desde el paseo marítimo de La Corniche. Qatar es un mundo de sensaciones que te descubrimos con las nueve recomendaciones que no te puedes perder si vas a visitar el país durante el Mundial de Fútbol.

En la imagen, tomada el 16/09/2002, la zona de restaurantes del zoco de Souq Waqif. Foto: EFE/ Alberto Estévez

1. El zoco de las maravillas: Souq Waqif

Si hay un lugar al que vas a volver una y otra vez en Doha ese es el zoco. Todo en el Souq Waqif es pura magia. La comida callejera, los restaurantes populares yemeníes, sirios o turcos, el bazar de especias, el de animales o el de telas. Además, está dividido por zonas. El Gold Souq es el lugar en el que comprar oro, joyas y pagar al peso en el momento. Cuenta además con otra zona especializada en halcones en la que visitar el hospital -y su pequeño museo- y las tiendas de venta de accesorios y aves. Es el punto exacto en el que vivir la experiencia árabe en su máxima expresión y en el corazón de la ciudad.

Nuestra recomendación: mejor visitarlo por la noche, cuando cobra vida. Los faroles iluminan las plazas y callejuelas, el griterío de los vendedores, los sabores y olores del país o el regateo -imprescindible- en cualquier compra son una delicia para cualquier viajero. Para desayunar o almorzar, sin duda ir a Shay Al Shoomoos para probar la cocina catarí tradicional y por la noche, si nunca has probado la comida yemení es contundente y muy especial, y en el popular Bandar Aden la experiencia es única.

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En la imagen, tomada el 16/09/2002, turistas en una ruta en camello en el desierto de Qatar. Foto: EFE/ Alberto Estévez

2. A lomos de un camello por el desierto blanco

En tan solo una hora serás capaz de pasar de una de las ciudades más modernas del mundo a la belleza y la soledad del desierto blanco catarí, en el que el agua juega un papel fundamental. Al ser un desierto que concluye en el mar se pueden hacer todo tipo de actividades en la playa como kitesurf o windsurf, pero también recorridos en camello, caza de halcones, paseos en 4×4 por las dunas o disfrutar de un día en el mar y una noche en una tienda tradicional beduina.

Nuestra recomendación: el desierto catarí es una experiencia para los sentidos. El atardecer logra que la arena blanca se transforme en rojiza. El mejor lugar para verlo es sin duda el Mar Interior, uno de los pocos sitios en el mundo en los que el mar se adentra en el desierto.

Es, además, la mayor reserva natural de Qatar y alberga todo tipo de fauna silvestre, marina y vegetal. Encontrarás -si tienes algo de fortuna- tortugas, flamencos, antílopes, camellos y dugongos, un enorme animal marino similar al manatí que asoma su cabeza para respirar.

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En la imagen, tomada el 11/09/2002, el Museo Nacional de Qatar. Foto: EFE/ Alberto Estévez

3. Arte interactivo y el origen beduino

La propuesta de museos y centros de arte del país es muy amplia. Arte contemporáneo, historia del país, deporte y esculturas en las calles que bien merecen una visita.

Los museos son todos edificios de diseño -en un país obsesionado con la perfección-, muchos de arquitectos premiados como Jean Nouvel o I.M. Pei y que otorgan un carisma especial a las visitas. Son obras de arte en sí mismos. La rosa del desierto del Museo Nacional de Qatar, el Museo de Arte Árabe o el Museo del Deporte 3-2-1 no solo son interactivos y perfectos para todo tipo de edades sino, además, monumentales.

Nuestra recomendación:  piérdete por las calles de Doha y descubre esculturas y obras de arte en muchas de sus esquinas, especialmente en las zonas de Katara, el zoco o la zona de la Education City. Artistas renombrados como Damien Hirst, Louise Bourgeois o César Baldaccini han dejado su sello.

Al margen, el Museo Nacional de Qatar es absolutamente imprescindible. Su visita interactiva permite entender la evolución de un país que ha pasado de la tradición del desierto a la tecnología y la modernidad en apenas 50 años.

En la imagen, tomada el 22/09/2002, vista del Skyline de Doha. Foto: EFE/ Alberto Estévez

4. Skyline y paseos en barco en La Corniche

La Corniche es el paseo marítimo de Doha y es un claro ejemplo de lo que es el país. En sus 7 kilómetros de longitud se pasa de la tradición del zoco o los edificios gubernamentales hasta el moderno skyline, formado por cientos de rascacielos de colores que por la noche crean una estampa única.

Un paseo que cuenta con zonas infantiles, barcos tradicionales para recorrer la bahía de la capital, restaurantes, comida callejera, ambientación,… y que durante el Mundial de Fútbol se comerá parte de la avenida para coches para ser parcialmente peatonal. Gran parte de las actividades durante el torneo se ubicarán en esta larga calle que, además, cuenta con el Al Dafna, un enorme parque en el que se ubicará la principal fan zone del Mundial.

Nuestra recomendación: al atardecer merece la pena pasearlo. La luz natural dará paso a la iluminación de una ciudad que cambia de color. Los barquitos de luces y música de la bahía le dan un toque especial, algo kitsch.

El parque del hotel Sheraton, fácilmente reconocible por su forma de pirámide, tiene pantallas gigantes, food trucks, áreas de picnic y zonas de juego para los más pequeños. La Corniche es también el lugar perfecto para los runners, ya que son 7 kilómetros perfectamente asfaltados con el mar como protagonista.

En la imagen, tomada el 23/09/2002, varias mujeres caminan ante las Galeries Lafayette en la Ciudad Cultural de Katara. Foto: EFE/ Alberto Estévez

5. La ciudad cultural de Katara

Katara, nombre con el que se conocía en la antigüedad a Qatar, es un centro cultural y comercial con personalidad propia y algunos de los edificios más impresionantes de la ciudad.

En el Katara Cultural Village se dan cita todas las culturas a través de museos, galerías comerciales como Lafayette -cuyo edificio intenta simular un pequeño Versalles-, el anfiteatro griego con vistas al mar y dos mezquitas de diseño singular, la de oro y la azul.

Además, en la zona no faltan los restaurantes y bares, y tiene una playa perfecta para darse un chapuzón o hacer deportes de agua. Un lugar perfecto para echar el día.

Nuestra recomendación: arranca por las galerías Lafayette, una zona que además cuenta con aire acondicionado subterráneo que sale por rendijas a pie de calle y hace posible picar algo o comer a cualquier hora del día sin preocuparse del calor.

Ábrete camino en dirección al mar y ve descubriendo sus edificios monumentales, obras de arte público, tiendas y restaurantes, para terminar en el paseo marítimo y la playa.

Merece la pena acudir a un concierto en el anfiteatro griego, con capacidad para 5.000 espectadores y cerca de 3.300 metros cuadrados. Un lugar lleno de magia.

En la imagen, tomada el 15/06/2002, el barrio de La Perla. Foto: EFE/ Alberto Estévez

6. El lujo y la gastronomía de La Perla

Bienvenidos a la riviera catarí. La Perla es uno de los barrios más conocidos de la capital. Una isla artificial de cuatro millones de metros cuadrados recuperados al mar con puerto deportivo, hoteles de lujo, algunos de los mejores restaurantes del país y una distribución de canales de agua, puentes y placitas con encanto, que albergan amplias zonas comerciales y ajardinadas.

Nuestra recomendación: su estructura circular es perfecta para dar un paseo alrededor del puerto deportivo. Yates y barcos, heladerías, restaurantes, boutiques de lujo y una luz especial. Es la zona chic de la capital. La zona residencial, con sus canales y plazas, merece también una vuelta.

En la imagen, tomada el 15/09/2002, el centro comercial Villaggio. Foto: EFE/ Alberto Estévez

7. Comprar en Venecia

Doha está lleno de opciones de compras. Desde los mercados tradicionales, como el zoco Souq Waqif, a las zonas de tiendas de La Perla o Katara, pero a su vez cuenta con una enorme variedad de centros comerciales, muchos de ellos con un encanto especial y casi todos con cientos de actividades.

Entre ellos destaca el Villaggio, inspirado en Venecia con canales, góndolas y decoración en paredes y techos, y una zona de entretenimiento con parque de atracciones incluido. Se puede recorrer en góndola y así poder ir de una punta a otra de una forma -cuanto menos- diferente.

Por su parte, el Mall of Qatar, el mayor del país, ofrece en sus 500.000 metros cuadrados actividades de ocio increíbles. La zona ‘Oasis’ es un escenario de 30 metros de alto con jardines elevados en forma de árbol y un teatro giratorio de 360 grados.

Nuestra recomendación: el zoco para compras es único. Ya no solo como experiencia sensorial sino para poder sentir la pulsión del país. Las callejuelas laberínticas con halcones, oro, joyas o especias son visita obligada. Precios populares ajustados a todos los bolsillos. Regatea mucho o intenta llevarte recompensas en forma de productos.

Pero los centros comerciales son un espectáculo en los que degustar comida de todo el mundo, dejarse sorprender por sus propuestas de ocio y aprovechar las mejores tiendas, desde el lujo extremo hasta las franquicias habituales. Si tuviera que apostar por uno, el Villaggio y su recreación de Venecia es algo que rara vez se puede ver en otro lugar del mundo.

En la imagen, tomada el 13/09/2002, la Biblioteca Nacional. Foto: EFE/ Alberto Estévez

8. Diseño, música y cultura en la Biblioteca Nacional

Hay pocos espacios en Doha que sorprendan tanto como la Biblioteca Nacional, situada en la Education City de Qatar Foundation. Es un ágora del siglo XXI. No solo por su diseño arquitectónico, obra del alemán Rem Koolhaas, sino por ser un edificio multidisciplinar.

En este lugar se puede hacer de todo: conocer el origen del país a través de su Biblioteca del Patrimonio con manuscritos, atlas, fotos y mapas, asistir a un concierto de música, comer, tomar café, tocar un instrumento musical, imprimir en 3D tus propios diseños e incluso descansar en una ‘sala del silencio’.

Nuestra Recomendación: sus amplios espacios, la luz siempre presente en todo el enorme edificio, las estanterías de libros siempre miran hacia el visitante y cuentan con volúmenes en todos los idiomas y para todo tipo de discapacidades, la deslumbrante originalidad de su propuesta y la sensación de estar en un lugar inolvidable hacen de la Biblioteca Nacional un must en un viaje a Catar.

La entrada es gratuíta y los conciertos también. El café o la comida en sus modernos sofás y espacios para leer de diseño ya va a cuenta propia.

En la imagen, tomada el 20/09/2002, la Gran Mezquita de Doha. Foto: EFE/ Alberto Estévez

9. Mezquitas en Doha

En Doha se pueden visitar muchas mezquitas y todas tienen algo especial. Pero las dos del barrio de Katara -la de oro y la azul- son coquetas y sorprendentes y la Gran Mezquita es monumental, pero si una destaca por su diseño y solemnidad es la Mezquita del Education City.

Situada en un complejo de 35.000 metros cuadrados, fue diseñada por el arquitecto y calígrafo iraquí Taha al-Hiti que quiso dejar la huella de todos los elementos típicos de la cultura árabe. Además, el complejo cuenta con el Jardín Botánico Coránico, con las plantas mencionadas en el Corán y la flora autóctona de Catar.

Nuestra recomendación: el edificio es una obra de arte contemporáneo. Dentro encontramos patios de una belleza sorprendente en los que el color blanco y los detalles de caligrafía lo transforman en un lugar mágico, armonioso. El Jardín Coránico es imprescindible y el espacio para la oración no tiene comparación con ninguno otro en el mundo. No dejará a nadie indiferente.

Aconsejamos ir a la hora del rezo (no es complicado porque son cinco llamadas a la oración diarias en Catar) y ser muy respetuosos para entender la importancia del culto y, al mismo tiempo, admirar la belleza de un edificio sobrecogedor y singular.

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