De a poco la tecnología se va metiendo por la baranda, como dirían los hípicos. Cada día son más las disciplinas que adoptan esta herramienta para hacer del juego una practica más limpia y, por consiguiente, perfecta.
El fútbol ya emplea el VAR, una medida que ha sido acogida en buena por la gran mayoría de los expertos. Y en el beisbol, desde hace algunos años, se revisan ciertas jugadas. Pues precisamente en este terreno es que podría venir una nueva revolución del juego.
En su afán por hacer de la MLB una liga cada día con menos imperfección y acortar el tiempo del juego, al comisionado Rob Manfred se le ha ocurrido la idea de probar con árbitros robots. Sí, no está leyendo mal, árbitros robots. Es una posibilidad en el futuro que contempla ponerse a prueba este mismo año.
“La Liga del Atlántico ha sido durante mucho tiempo un circuito innovador y ahora están felices de abrir un camino para que Major League Baseball lo siga”, dijo el analista J.J. Cooper en la revista Baseball America.
El circuito independiente y la Major League Baseball anunciaron un acuerdo de tres años que permitirá a la primera de estas ser un banco de pruebas para las reglas y los cambios de equipamiento.
De acuerdo a la publicación se espera que los ajustes de las reglas incluyan el retroceso del montículo del lanzador y el uso de un trackman (radar especial) para cantar bolas y strikes.
Además, la MLB servirá ahora como el estadístico oficial de la Liga Atlántica e instalará los dispositivos de radar en los ocho estadios de la Liga Atlántica para que todos los 30 equipos de la Gran Carpa puedan recibir datos en profundidad “en todos y cada uno de los lanzamientos y bolas puestas en juego en cualquier partido de la Liga Atlántica”.
Aunque por regla se considera la zona de strike como el área que cubre desde la parte inferior de la rodilla hasta la axila y el ancho del plato, cada umpire tiene su propio criterio al decidir si un lanzamiento es bueno o malo. Imagínense que ahora esas decisiones queden en mano de unos robots.
Nada que ver. Si un pelotero es contrario a todos estos cambios, ese es Clayton Kershaw. El zurdo de los Dodgers de Los Angeles alzó su voz de protesta la semana pasada con la implementación del reloj de lanzamientos de 20 segundos, una medida que a la final fue aplazada por lo menos hasta la temporada de 2022.
“¿Cómo sabemos si la tecnología es precisa? Creo que los árbitros hacen un muy buen trabajo, y no me gustaría ver los robots”, dijo tres veces ganador del Cy Young meses atrás.
Otro que levantó su voz fue el jardinero de los Medias Rojas de Boston, Jackie Bradley jr. «Lo que todo el mundo quiere es consistencia. Los árbitros tienen mucho entrenamiento, mucha experiencia, y aunque pueden cometer errores siguen siendo humanos. Son, en su mayoría, los mejores en su trabajo”.
En tanto Dave Pallone, árbitro retirado de las mayores, señala que un buen árbitro puede y debe controlar el ritmo de juego. “Si tu equipo está perdiendo 9-0 en la octava entrada cualquier lanzamiento cerca de la zona será strike. La idea es acelerar el juego. La máquina no vería esa diferencia”, indicó.