Liverpool, ausencias
Mohamed Salah. Foto: Filippo MONTEFORTE / AFP

El Liverpool se acerca a los cuartos de final de la Champions League al ganar 2-0 al Inter este miércoles en San Siro, mientras que el Bayern Münich salvó los muebles en su visita a Salzburgo con un gol del francés Kinglesy Coman sobre la bocina (1-1).

La vuelta de estos partidos será el 8 de marzo en Anfield y el Allianz Arena de Múnich, respectivamente.

En un partido muy entretenido entre dos históricos del fútbol europeo, el Liverpool dio una lección de eficacia y se llevó la victoria con dos goles en la segunda parte, marcados por el brasileño Roberto Firmino (75) y por el egipcio Mohamed Salah (83).

El Inter, dominador y ambicioso en muchas fases del partido, contó con ocasiones para adelantarse en el marcador, como un disparo al larguero del turco Hakan Calhanoglu en la mejor ocasión de la primera parte (minuto 16) y otras dos claras del bosnio Edin Dzeko (71) y del holandés Denzel Dumfries (73).

«No defendimos especialmente bien. Nuestros defensas se encontraron con frecuencia en situaciones de uno contra uno. Ellos tuvieron su momento, pero aunque no estés brillante, tienes que mantenerte en el partido… y esperar tu momento», analizó el técnico alemán Jürgen Klopp.

Decide Firmino para el Liverpool

Y eso fue lo que pasó. Como suele suceder en este tipo de partidos, el equipo que perdona lo acaba pagando y fue el Liverpool el que acabó marcando en un córner lanzado por Robertson que Firmino cabeceó en el primer palo, cruzando la pelota lejos del alcance del esloveno Samir Handanovic (75).

Ese tanto cayó como un jarro de agua fría y Salah lo aprovechó para anotar el segundo (83), con un remate de zurda desde el interior del área que tocó en Brozovic, para dejar la eliminatoria muy cuesta arriba para los italianos.

«Jugamos un gran partido, sobre todo en los primeros 25 minutos de la segunda parte, en los que merecimos un gol, pero en el fútbol deciden los pequeños detalles y ese cabezazo de Firmino marcó la diferencia esta noche», lamentó tras el partido el entrenador italiano Simone Inzaghi.

Mucho más desigual parecía la otra eliminatoria que se jugaba este miércoles, entre el Bayern Múnich, uno de los grandes favoritos al título continental, y el Salzburgo, clasificado por primera vez para esta ronda de la máxima competencia continental.

Pero el equipo austriaco plantó cara al campeón germano con un grupo de jugadores jóvenes, descarados y sin complejos.

Y recibieron el premio a su osadía cuando el delantero nigeriano Chukwubuike Adamu, que poco antes había entrado por la lesión del  suizo Noah Okafor, una de las jóvenes perlas de este equipo, culminó una contra iniciada por Karim Adeyemi, otro de los jóvenes por seguir (20).

Coman al rescate

El Bayern, que no pierde un partido de Champions fuera de casa desde el 27 de septiembre de 2017 (3-0 contra el PSG en París), salió en tromba en la segunda mitad para revertir el resultado del choque, pese a que en esta ocasión no contó con la aportación de su goleador Robert Lewandowski, extrañamente desaparecido.

No obstante, el Salzburgo tuvo en sus botas el 2-0, que evitó el defensa francés Benjamin Parvard bajo palos (80) y ya sobre la bocina, el francés Kingsley Coman igualó el duelo aprovechando una pelota peinada por Thomas Müller, dejando la eliminatoria favorable para que los alemanes decidan en casa.

«Alguien que no sea fanático del Bayern podría decir que el Salzburgo se lo merecía hoy, pero creo que fue un resultado justo», declaró a DAZN el capitán del Bayern, Thomas Müller, aunque admitió que su equipo sufrió «más de lo deseado».

«Se siente un poco como una derrota cuando concedes un gol tan tardío, pero el 1-1 es un buen resultado», comentó por su parte el delantero del Salzburgo, Karim Adeyemi.

Los octavos de final de la Champions continuarán la próxima semana con la segunda tanda de partidos de ida: Chelsea-Lille y Villarreal-Juventus el martes, y cerrarán el miércoles Benfica-Ajax y Atlético-Manchester United.


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