La carrera de Linda Caicedo avanza tan rápido como sus movimientos en la cancha. Con apenas 17 años guió a Colombia al Mundial femenino de 2023 y a los Juegos Olímpicos de París2 024 tras haber deslumbrado en su debut en 2019.
La promisoria atacante del Deportivo Cali se forjó a la fuerza. Sus padres, Hernando Caicedo y Herlinda Alegría, sospecharon desde muy temprano que la pequeña Linda, que agarraba todo a las patadas y en Navidad solo quería un balón, tendría talento en el balompié.
Pero en Villagorgona, el pequeño caserío cercano a Cali en el que creció, no había escuelas de fútbol para las mujeres.
El Real Juanchito hizo una excepción y le abrió las puertas por primera vez a una niña. A Linda Caicedo, entonces con cinco años, le pusieron una condición: tenía que entrenar con los hombres.
«Me metían mucha patada, ellos decían que no se podían dejar ganar por una niña. Y yo feliz haciéndoles ganchos (regates)», le contó a El Espectador hace tres años.
En 2019 llegó su precoz debut profesional con el América de Cali. En ese mismo año ganó la liga colombiana y fue goleadora del torneo con 7 tantos.
Hoy es la figura indiscutible de la anfitriona Colombia en la Copa América-2022, y enfrentará en la final al ganador del duelo entre Paraguay y Brasil de este martes.
Su gol en la semifinal del lunes ante Argentina le dio a las cafeteras la clasificación al Mundial de Nueva Zelanda y Australia-2023 y a los Juegos de París-2024.
Combinación de cualidades
Linda Caicedo no pierde el tiempo cuando entra a la cancha. En su debut, el 15 de julio de 2019, marcó un gol que muchos consideraron «maradoniano«.
Tomó el balón cerca a la mitad de la cancha, emprendió el recorrido con rumbo al arco dejando a tres rivales por el camino y definió magistralmente ante la portera.
Con solo 79 minutos como profesional ya brillaba una nueva estrella.
«Es muy talentosa, tiene una combinación de muchos factores: físicos, como la potencia, la fuerza; técnicos, como jugadora de buen pase, con control, y tácticamente es inteligente», le dijo a El Tiempo Andrés Usme, su entrenador en las Diablas rojas.
Solo las normas de la Conmebol le impidieron mostrar su rebeldía sobre el césped en ese 2019 de ensueño. Debía disputar la Copa Libertadores, pero los menores de 16 años tenían prohibido jugar el torneo de clubes más importante del continente, en un esfuerzo por no promover la explotación laboral infantil.
«Fenómeno mundial»
Aunque muchos la llaman la «Neymar colombiana», a nadie admira más que a Catalina Usme, la máxima goleadora de la selección de Colombia, de la liga femenina cafetera y de la Copa Libertadores.
Compartió con ella en La Mechita antes de marcharse a su clásico rival, el Deportivo Cali, en 2021. En la Copa América volvieron a unirse para llevar a Colombia a un Mundial después de ocho años de ausencia.
La combinación Usme-Caicedo es la receta del éxito de las dirigidas por el DT Nelson Abadía.
La primera es una leyenda activa del fútbol colombiano con un apetito de gol insaciable. La segunda, con su picardía, complementa a la perfección a la que sigue siendo su ídolo.
Pese a ser de las más joven del plantel, le aporta a Usme «alegría, entereza, (Caicedo) es una jugadora que no se da por vencida, ese es el segundo aire en su recorrido», dijo a la AFP Myriam Guerrero, la única mujer que ha entrenado a la selección Colombia.
Una vez finalizado el partido ante Argentina, Linda Caicedo camina por los pasillos del estadio de Bucaramanga escuchando música salsa. Una sonrisa aún con frenillos contagia a sus compañeras.
Antes de que cumpla la mayoría de edad, dos copas del mundo se asoman en su promisorio futuro: El Mundial Sub-20 de agosto en Costa Rica y el Sub-17 de octubre en Nueva Zelanda.
Exastros del fútbol colombiano, como el exinternacional Faustino Tino Asprilla, advierten sobre su ascenso sin freno: «Creo que estamos al frente de un fenómeno mundial. Es impresionante lo que juega, para ser tan joven entiende muy bien el juego», señaló a Blu Radio.