El internacional polaco Robert Lewandowski viajó de nuevo a Múnich para despedirse entre abrazos de sus excolegas del Bayern Múnich. Su despedida zanja el malestar del poderoso club bávaro tras sus controvertidas declaraciones a un medio estadounidense.
«Lewandowski volvió a visitarnos», afirma el campeón alemán, a través de su web, con imágenes del jugador abrazado a Thomas Müller y otros excompañeros.
El exjugador del Bayern se entrevistó además con el presidente del Bayern, Oliver Kahn, con su director deportivo, Hasan Salihamidzic, y con el técnico, Julian Nagelsmann.
«Fue bonito ver de nuevo a Robert en la oficina. Le deseamos lo mejor en el Barcelona», es el mensaje de Kahn en esa página. «Hablamos durante 15 minutos y lo aclaramos todo. Sabe cuánto tiene que agradecerle al Bayern», apunta por su parte Salihamidzic.
Tal como avanzó previamente el diario Bild, Lewandowski viajó a Múnich, tras terminar la gira con su nuevo club, con el propósito de despedirse correctamente, tras el malestar creado por unas declaraciones suyas.
En una entrevista con la televisión ESPN, Lewandowski criticó el comportamiento de su antiguo club y dijo que hubo mucha «política» en esa decisión.
Según sus palabras, «lo que pasó en las últimas semanas antes de que saliera del Barcelona también fue política. El club intentó buscar una pelea para justificar mi venta porque a lo mejor era difícil de explicar a los aficionados».
El goleador polaco afirmó que se dijeron «muchas mentiras» sobre él y se mostró convencido de que, pese a ello, seguía contando con el apoyo de la afición alemana.
Lewandowski, que en unos días cumplirá 34 años, fichó por el Barcelona a cambio de cerca de 45 millones de euros y dejó al Bayern tras ocho temporadas en las que conquistó títulos ligueros y una Liga de Campeones.