Los Modernos Rivales. Así fueron llamados Leones y Tiburones allá por los años setenta, debido a la popularidad que llegaron a tener ambos clubes y en reminiscencia al mote Eternos Rivales que abraza a caraquistas y magallaneros.
Esos Modernos Rivales protagonizarán una de las más atractivas series de postemporada, en el inicio de los playoffs de la LVBP. Con el estadio Universitario como sede, a partir del 3 de enero (salvo cambio de última hora), se verán las caras durante una semana en busca de un lugar en las semifinales.
El tope entre ambas escuadras capitalinas quedó definido este domingo, con la derrota de los escualos en Valencia. Al resultarle imposible a los melenudos alcanzar a los Navegantes en el quinto lugar, quedó ante ellos la obligación de chocar contra quienes ocuparon el primer lugar.
La Guaira sueña en grande
Los litoralenses no ocupaban la vanguardia desde el torneo 2011-2012. Aquella vez llegaron a la final, que perdieron ante los Tigres de Aragua, y por primera vez desde entonces lucen capaces de regresar a esa fiesta, gracias a una ofensiva potente, que compensó las carencias de su pitcheo con una producción incesante.
Podría ser una serie de mucho bateo. Los Tiburones llegan a los playoffs con .302 de average colectivo, el mejor de la fase regular, y los dos elencos arrastran deudas con su staff de lanzadores. Los guairistas fueron sextos con 4.73 de efectividad colectiva y los caraquistas fueron séptimos con 5.01, con severos altibajos en la rotación.
La serie particular quedó igualada a tres. Pero otros aspectos muestran una drástica diferencia. La más notable está en el debe y el haber, entre las carreras anotadas y las recibidas durante la eliminatoria. Los acuáticos cerraron con más 13 y los selváticos con menos 33, un contraste que es una enorme amenaza contra los metropolitanos.
La Guaira no gana un título desde 1986. Caracas ha sumado seis desde entonces. Pero los dirigidos por Renny Osuna llegan a la acción decisiva de enero en su mejor momento en casi un lustro y empiezan como favoritos al reavivar esta vieja (y moderna) rivalidad.
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