DEPORTES

Las medidas sanitarias podrían agravar los riesgos por el calor en Tokio 2020

por Avatar AFP

Un calor sofocante, una elevada humedad y uso obligatorio de mascarilla: los Juegos Olímpicos de Tokio se anuncian tórridos. Aunque las medidas contra la pandemia del covid-19 son la prioridad, los expertos advierten también de los peligros de la canícula.

El verano en Tokio acostumbra a contar con un cóctel de calor y humedad que dificulta la vida y que a veces es mortal. Era una cuestión que preocupaba a los organizadores bastante antes de que el coronavirus hiciera su aparición y forzara incluso a pasar de 2020 a 2021 el evento.

La deslocalización de los maratones y de las pruebas de marcha a la isla septentrional de Hokkaido fue decidida en 2019, meses antes de la declaración de pandemia. La decisión se tomó para intentar escapar de las temperaturas altas, que pueden llegar hasta los 37 grados centígrados con 80% de humedad en la capital japonesa.

Los organizadores llegaron a pensar en métodos de aliviar a deportistas y espectadores con nieve artificial o la distribución de hielo y helados.

Pero las medidas sanitarias por la pandemia complican la tarea. Es cierto que el hecho de que los Juegos Olímpicos vayan a disputarse casi por entero a puerta cerrada limita los riesgos de golpes de calor por la menor presencia de personas en el lugar.

Llevar mascarilla será obligatorio para todos y los deportistas que lleguen a Japón justo antes de las pruebas por las medidas anti-covid tendrán poco tiempo para aclimatarse.

«Amenaza para los deportistas»

Organizar los Juegos en julio-agosto era ya un problema espinoso antes de la pandemia del coronavirus, declaró recientemente a el presidente de la Asociación Médica de Tokio, Haruo Ozaki.

Incluso tomando medidas en algunas pruebas, hay siempre grandes riesgos de golpes de calor en las pruebas de marcha, triatlón y vóley-playa, avisó.

Durante las pruebas-test de 2019, la organización experimentó diversas medidas de lucha contra el calor: 1.360 toneladas de hielo para refrescar a los deportistas, formas de crear lugares de sombra, utilización de vaporizadores refrescantes…

Pese a ello, varias personas, incluidos deportistas, sufrieron indisposiciones en las pruebas de remo y de vóley-playa.

Curiosamente, la candidatura olímpica de Tokio se impuso ante rivales como Doha destacando las temperaturas suaves de la capital nipona.

Las condiciones estivales tórridas de la ciudad son sobradamente conocidas y los Juegos Olímpicos que Tokio acogió en 1964 transcurrieron en octubre para evitar el calor.

El problema se agravó todavía más en los últimos años por el calentamiento climático y por una urbanización creciente, según los expertos.

Un informe publicado en mayo por la Asociación Británica para un Deporte Sostenible (Basis) avisaba que el calor intenso y la importante tasa de humedad son una amenaza para los deportistas.

Golpes de calor mortales

La remera británica Melissa Wilson, citada en ese informe, estima que las temperaturas al alza en todo el mundo son un peligro para su deporte.

«Es un momento horrible, cuando ves a deportistas cruzar la línea de meta, sus cuerpos cayendo hacia atrás en un estado de agotamiento total y sin poder levantarse», afirmó.

En 2019, 71.000 personas llamaron a los servicios médicos y de emergencias por golpes de calor en Japón, donde se registraron 118 fallecimientos entre junio y septiembre de ese año. Incluso en 2020, cuando se había pedido a la población que permaneciera en casa por la pandemia, 65.000 personas necesitaron atención por ese motivo y hubo 112 muertes.

Los médicos avisaron a los organizadores sobre la posibilidad de que intervenciones ligadas al fuerte calor podrían obligar a desviar recursos sanitarios y afectar a la lucha contra el coronavirus.

Las reglas sanitarias, que piden a los deportistas que lleven siempre mascarilla salvo para entrenar, competir, comer, beber, dormir o durante las entrevistas, deberían complicar la situación.

Un responsable del Comité de Organización de Tokio-2020 aseguró a la AFP que el Comité discutía la situación con expertos y que las reglas serían flexibles, teniendo en cuenta los riesgos ligados al calor.

La mascarilla puede retirarse si se está en el exterior y a dos metros al menos de los demás, precisó.

Para complicarlo todo más, el verano de 2021 se anuncia en Tokio más cálido de lo habitual.

«Una diferencia de uno a dos grados el día de la competición tendrá un gran impacto en la seguridad» de los participantes, estima Ben Bright, un responsable de la Federación Británica de Triatlón, citado en el informe de Basis.