La selección argentina finalizó su caravana en helicóptero y regresó al recinto deportivo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) ubicado en Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires. El regreso se dio después de interrumpir su trayecto en un autobús descapotable por las aglomeraciones en el recorrido.
El vehículo que trasladaba al combinado dirigido por Lionel Scaloni partió desde el predio de la AFA y tomó la avenida Riccheri rumbo a la ciudad de Buenos Aires. Allí, cientos de miles de personas esperaban la llegada de la Albiceleste.
Después de cuatro horas y media de travesía, el autobús solo recorrió unos 15 kilómetros de autopista y tomó un desvío en la avenida Larrazábal, en el barrio porteño de Villa Lugano. El desvío se tomó luego de que dos aficionados saltaran al vehículo desde un puente.
Varios helicópteros de Prefectura Naval recogieron posteriormente a los futbolistas e iniciaron un recorrido aéreo por el centro de la capital. El viaje en helicóptero de la selección de Argentina se dio entre ovaciones de los aficionados. Desde la avenida 9 de Julio y las calles, los hinchas llevaban más de 10 horas esperando a sus ídolos.
«No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco. Los mismos organismos de seguridad que nos escoltaban no nos permiten avanzar. Mil disculpas en nombre de todos los jugadores campeones. Una pena», aseguró el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio «Chiqui» Tapia.
«Agradecemos a la provincia de Buenos Aires, encabezada por su ministro de Seguridad, Sergio Berni. Él fue el único que acompañó durante todo el recorrido hasta la entrada a la capital sin registrar ningún incidente, permitiendo a los jugadores abrazarse al pueblo argentino», manifestó Tapia en un tuit posterior
La Albiceleste puso de esta forma punto final a un periplo caótico, marcado por los continuos cambios de itinerario y por la confusión generalizada.
Argentina ganó en la tanda de penaltis (4-2) a Francia, después del empate 3-3. La Albiceleste obtuvo su tercer título mundial, después de los conseguidos en Argentina 1978 y México 1986. A estos tres logros, se suman las tres finales perdidas de Uruguay 1930, Italia 1990 y Brasil 2014.