El rendimiento en los Juegos Panamericanos de Venezuela ha ido en declive en los últimos veinte años. A diferencia de Colombia, cuya actuación en la edición Lima 2019 fue la mejor de su historia.
En las 18 ediciones que se han disputado de la justa continental desde 1951 hay dos actuaciones que deben destacarse de Venezuela: la de Caracas 1983, con el quinto lugar en el medallero y 12 preseas de oro, y la de Santo Domingo 2003 con 16 doradas y el sexto escalón.
En ambas ocasiones superó a Colombia, que para el momento no era una referencia deportiva. En Winnipeg 1999 los dos estuvieron a la par al sumar 7 doradas cada uno.
Pero desde 2007 la balanza se ha inclinado a favor de los neogranadinos. En Río de Janeiro quedaron sextos con 14 doradas; Venezuela, en el octavo, obtuvo 10 de oro.
En Guadalajara 2011 las posiciones se mantendrían, aunque Colombia exhibiría 24 doradas por 13 venezolanas. En Toronto 2015 Venezuela quedó octavo y Colombia subía al 5° lugar.
En los XVIII Juegos Panamericanos Lima 2019 los colombianos bajaron al séptimo sitio. Aun así, fue su mejor actuación en el registro de la competencia, porque de los 84 metales que alcanzaron 28 fueron dorados.
En esa cita Venezuela tuvo un descenso notorio. Por primera vez en más de cuatro décadas no pudo ubicarse en el Top 10 del medallero.
Con las 9 medallas de oro (15 de plata y 19 de bronce) la bandera tricolor quedó en el 12° lugar. Fue superada por Ecuador (11), República Dominicana (10), Perú (9) y Chile (8).
¿Y los pronósticos?
“Aspiramos a conseguir alrededor de 50 medallas en general, 10 de oro. Nuestra meta es igualar o lograr un mejor resultado que en Toronto”, dijo Luis Salas, director general de la delegación venezolana, antes de viajar a Lima.
Las expectativas e incluso las cifras fueron refrendadas por Pedro Infante, Ministro del Deporte, y voceros del Comité Olímpico Venezolano.
Pero no resultó así y Chile ocupó el renglón que la dirigencia deportiva venezolana pronosticó que ocuparía Venezuela.
La meta de 10 medallas de oro que auguraban tampoco se pudo cumplir. Diversas disciplinas quedaron a deber, se notó la involución en deportes que suelen ser potencia, y casos de negligencia perjudicaron lo deportivo.
No se olvidará la imagen de Paola Pérez con un traje no apto para disputar las aguas abiertas en el frío peruano, al lado de las demás competidoras que lucían el de neopreno reglamentario. De una medalla casi segura se pasó a un 11° lugar, con hipotermia incluida.
No fue el único caso en el que se observó falta de apoyo, e incluso Rubén Limardo alzó la voz para reclamarlo.
La crisis económica que afecta el país también se extiende a la rama deportiva, y eso tocó directamente la planificación de los topes de preparación. Sin embargo, no es la única explicación del declive de resultados.
Dominio general
El dominio de Colombia sobre Venezuela en Lima no fue más que la extensión de una hegemonía que comenzó en 2013 y que se ha prolongado por dos ciclos olímpicos, sin que se vislumbre un cambio de mando a corto plazo.
Venezuela debería tener una buena actuación en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, con una delegación compuesta por varios atletas que proyectan medallas. Sin embargo, competir con el vecino regional parece utópico (tanto, que Colombia ya tiene 9 clasificados a los JJ OO y Venezuela solo a Yulimar Rojas) y confiar en que la dirigencia esta vez esté a la altura también.