La contaminación en Tokio volvió durante una competencia de paratriatlón disputada en el Odaiba Marine Park, lo que obligó a la organización a cancelar el tramo de este torneo paralímpico disputado como evento de prueba para 2020.
El comité de organización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020 “hará todo lo posible” por resolver el problema y garantizar “que todas las competencias se celebren con garantías para los atletas”, dijo el vicepresidente de dicha institución, Yasushi Yamawaki, en una rueda de prensa celebrada este miércoles en Tokio.
Los organizadores comenzaron a instalar el año pasado barreras submarinas en la bahía para frenar el influjo de aguas residuales. Ante la reaparición de niveles excesivos de bacterias, tiene previsto triplicar las capas de protección subacuáticas.
“Estamos confiados que el problema se podrá resolver con estas medidas”, dijo el director de comunicaciones del Comité Paralímpico Internacional, Craig Spence, quien no obstante mostró su “decepción” por la cancelación del citado evento de prueba para los Paralímpicos de 2020.
El tramo de natación de la paratriatlón fue suspendido el día 18 tras detectarse en las aguas de la bahía de Tokio un nivel de bacterias E.coli que duplicaba el límite establecido por la Federación Internacional de Triatlón (ITU), según la organización.
Sin embargo, las mediciones en el Odaiba Marine Park presentaron niveles considerados seguros en días anteriores, cuando se celebraron otras pruebas de triatlón y de maratón en aguas abiertas, categorías que forman parte del programa olímpico para 2020.
Se cree que los picos de contaminación por bacterias se deben a las lluvias registradas en esos días en la región, que causaron que las canalizaciones subterráneas se desbordasen y fueran a parar a la bahía.