“Ella es la atleta insigne de nosotros porque, donde quiera que va, da buenos resultados. Nombran a Elvismar, y ya sabemos que está cerca de las medallas”, así lo destaca el sensei Kilmar Campos, coordinador técnico general de Fevejudo (Federación Venezolana de Judo).
Realmente no existe distancia entre las palabras del sensei Campos y la realidad. Esta guayanesa, nacida el 14 de febrero 1997, ha sabido elevar el tricolor en lo que ha sido el conglomerado de competencias que corresponden a este ciclo olímpico que finalizará con la cita de Tokio 2020.
Su historia en este deporte comenzó varios años atrás. Desde 2013 ha participado en certámenes avalados por la Federación Internacional de Judo, que incluyen Grand Prix, Grand Slams, Panamericanos, Suramericanos, Centroamericano, en la mayoría de los cuales se ha posicionado entre los tres primeros lugares.
En lo que respecta a las competencias clasificatorias a la máxima cita multideportiva de Japón, en 2017 consiguió posicionarse como la primera en su división (-70 kg) en el tablero universal de la especialidad. Ese mismo año, pero en la justa Bolivariana de Santa Marta, la nacional dio un paso firme para quedarse con el oro.
La fiesta dorada continúo en 2018 cuando logró los títulos como líder en la división de los -70 kilogramos tanto en la contienda multideportiva Suramericana de Cochabamba (Bolivia) como en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla (Colombia), ambas competencias de la región latinoamericana.
Toda esta trayectoria la ha hecho merecedora de importantes recompensas, como el apoyo de todo un país, familia y amigos; y de sus compañeros de la disciplina, que siguen sus pasos y la alientan en cada evento.
Hoy la judoca nacional, número 19 en el ranking mundial, se encuentra en Tokio, Japón, considerada la cuna de la especialidad de combate, preparándose a nivel académico y deportivo en la Universidad de Tokái donde, cabe resaltar, recibió un reconocimiento por ser la atleta más destacada de la institución de educación superior, todo esto como parte de su camino rumbo a los Juegos Panamericanos de Lima 2019, justa para la que asegura que se concentrará en su objetivo: conseguir la presea dorada para Venezuela.
“La medalla de oro es lo que estamos trabajando, es lo que queremos. Estoy esperando que llegue el día de la competencia y dar lo mejor de mí, hacer un mejor trabajo, que todo fluya y que, con el favor de Dios, los resultados sean los que queremos. Si uno sembró todo ese sacrificio, uno pronto va a recibir todas las medallas, y ahí es cuando uno siente el orgullo y se siente bien por todo ese sacrificio que hemos hecho y seguir adelante con la meta. Sin sacrificio no hay victoria. Siempre hay que sacrificarse para obtener el resultado que queremos», dijo emocionada la atleta.
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