Johan Santana fue uno de los zurdos más dominantes de las Grandes Ligas y sus dos Cy Young así lo confirman. El Gocho llegó a la MLB el 3 de abril de 2000 y debutó frente a los Rays de Tampa Bay.
Ese lunes fue el inicio del camino de un serpentinero que llegó para imponer su cambio de velocidad durante una década. Santana llegó a las mayores luego que los Mellizos de Minnesota lo escogieron por el draft de regla 5.
En su primera temporada con Minnesota, a los 21 años de edad, tuvo cinco aperturas en la que consiguió dos lauros y perdió en tres ocasiones.
La siguiente campaña, 2001, actuó de relevista y no brilló tanto como el equipo esperaba. Sin embargo, en 2002 el Gocho empezó a demostrar lo que su brazo guardaba.
A partir de ese momento el merideño no supo lo que es tener récord negativo; en esa campaña tuvo foja de 8-6 con efectividad de 2.99, números positivos para su tercera campaña en la gran carpa.
Santana en 2004 consiguió los 20 lauros, y su dominio en el montículo lo convirtió en el ganador del Premio Cy Young, un joven oriundo de Tovar, estado Mérida, llegó a brillar en el más alto nivel de las Grandes Ligas.
Desde ese entonces su carrera se disparó, el Gocho empezó a consolidarse como uno de los mejores serpentineros de la gran carpa y llegaron a decir que tenía el mejor cambio de toda la MLB.
No era para menos decir eso, debido a que el cambio era su pitcheo letal, el arma secreta que utilizaba para pasar por la guillotina a los bateadores.
El venezolano desde 2004 hasta 2008 estuvo en el primer y segundo lugar en ponches de la Liga Americana, demostrando que enfrentarse contra él era un acto de valientes.
Sin dudas, Santana brilló con los Twins, organización en la que consiguió sus dos premios Cy Young y la Triple Corona para un lanzador.
El Gocho llegó a la organización de los Mets en la campaña de 2008, en un cambio que llevó cuatro prospectos al equipo de las Ciudades Gemelas.
Santana no se conformó con ser el zurdo más dominante de ese momento, sino que fue por más y se convirtió en el lanzador mejor pagado de la historia de la MLB con un contrato por 6 años y 137,5 millones de dólares.
Su paso por los Mets no fue del todo brillante, las lesiones impidieron que el Gocho llegara más lejos de lo que llegó, aunque en 2012 marcó un hito que jamás será olvidado por los aficionados de la Gran Manzana.
Los Mets habían conseguido grandes cosas desde su creación, ganaron dos Series Mundiales, contaron con jugadores de renombre, pero nunca habían podido tener a un lanzador que les lanzará un no hit no run.
Santana llegó al montículo del City Field como un superhéroe, con la tranquilidad que lo caracterizó empezó a trabajar a los villanos de los Cardenales de San Luis y sin darse cuenta estaba en la novena entrada con 7 ponches a su cuenta y 2 bateadores fuera buscaba ese out 27 que a muchos les cuesta alcanzar.
No le bastó más que confiar en su mejor lanzamiento y el cambio, ese lanzamiento que le dio grandes éxitos en su trayectoria, le concedió la inmortalidad que requiere un héroe. Santana lanzó el primer no hit no run de la franquicia neoyorquina, luego de que regresó de una lesión en su brazo de lanzar.
El Gocho podría decirse que culminó su carrera como lanzador con la organización de los Mets. Lamentablemente sufrió otra lesión en su brazo y no logró regresar al 100% por más que lo intentó.
En 2019 Los Mellizos le dieron los máximos honores y el criollo ingresó al Salón de la Fama de la novena de Minnesota.
Esa distinción se le otorga a los jugadores que dentro del campo defendieron la camiseta y merece un puesto en el olimpo.
Santana durante toda su carrera en las Grandes Ligas dejó récord de 139-78, ERA de 3.20 y 1.988 ponches en 2025.2 entradas lanzadas.
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