Un beso en la boca por parte de un jefe no debe ocurrir en ningún ámbito social ni laboral, dijo este lunes la futbolista Jenni Hermoso. Sus palabras ocurrieron en el juicio al antiguo presidente de la Federación Española de Fútbol Luis Rubiales por el beso que le impuso en la final del Mundial.
«Sentí que estaba fuera de contexto totalmente. Ahí sabía que me estaba besando mi jefe y esto no ocurre, no debe ocurrir en ningún ámbito social ni laboral», dijo Jenni Hermoso. La futbolista fue la primera testigo del juicio a Rubiales que empezó este lunes, por el beso y las presuntas coacciones para que la jugadora dijera que fue consentido.
Hermoso explicó que nunca dio pie a pensar que un beso en los labios era una manera normal de saludarse o celebrar nada. «Un beso en los labios, [lo doy] solamente cuando yo decido hacerlo», dijo la jugadora.
«Como mujer sí me sentí poco respetada, (…) mancharon uno de los días más felices de mi vida, y para mí es muy importante decir que en ningún momento busqué ese acto ni mucho menos me lo esperé. Se le faltó el respeto (…) a mi persona», prosiguió Hermoso.
El escándalo estalló ante los ojos del mundo entero el 23 de agosto de 2023. Las jugadoras de la selección femenina española, tras haber ganado el Mundial en Sídney, llegaron al podio para las medallas.
Jenni Hermoso explica su reacción cuando sus compañeras le enseñaron un meme del beso no consentido que le dio Rubiales y el de Casillas y Sara Carbonero: “No es un reflejo de cómo me estaba sintiendo en ese momento”
pic.twitter.com/YDk7HkRFea— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) February 3, 2025
Al felicitar a Hermoso, Rubiales le agarró la cabeza con las dos manos y le plantó un beso en los labios, antes de soltarla tras darle dos palmaditas en la espalda.
El gesto se volvió viral en redes y generó reacciones de indignación, que fueron rechazadas por el patrón del fútbol español. Este se aferró al cargo pese a una suspensión de la FIFA y a la multiplicación de los llamados para que dimitiera, incluso del gobierno de España.
Finalmente, renunció en septiembre de 2023.
El exentrenador de la Roja femenina Jorge Vilda y dos exdirigentes de la RFEF, Rubén Rivera y Albert Luque, están también procesados por las coacciones a Hermoso. Un delito por el que la Fiscalía pide para ellos año y medio de cárcel.
Rubiales ha estado sometido a mucha presión desde que el beso que le dio a Hermoso se hizo viral | Foto AFP
«Que me dejen en paz»
El proceso contra el expresidente de la RFEF se inició en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares. Hermoso explicó que acabó harta de las presiones, y pidió «que me dejen en paz, porque ya no aguanto más».
«Me sentí desprotegidísima» por la federación, añadió Hermoso. Además, dijo sentir «miedo de ir por la calle» al volver a España, pero que encontró refugio en México, donde jugaba en el Pachuca. «Allá en México, estando tan lejos, encontré una forma de protegerme más a mí misma», narró.
Jenni Hermoso en el juicio contra el mafioso y machista de Luis Rubiales: «Nadie nos informo del protocolo anti-acoso. Me sentí violentada. Sentí que estaba fuera de contexto. Me estaba besando mi jefe y esto no debe ocurrir en ningún ámbito». pic.twitter.com/CL7ZepXJhu
— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) February 3, 2025
Aun así, y «hasta el día de hoy, mi vida parece que ha estado en stand by» por este caso, agregó.
Rubiales siempre ha descrito el gesto tras la final de Sídney como «un piquito» —un beso— entre amigos. Pero para la Fiscalía se lo impuso «de manera sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación de la jugadora».
La acusación estimó además que se produjeron «actos constantes y reiterados de presión» a la jugadora, su familia y amistades. La finalidad era lograr que, públicamente, justificara el beso. El juicio se extenderá hasta el 19 de febrero e incluirá el testimonio de varias compañeras que respaldan a la atacante de la selección. Rubiales, de 47 años, declarará a partir del 12 de febrero.
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