Tras su triunfo en Lisboa la semana pasada (2-0) que le acerca a las semifinales de Champions, el Inter espera sellar el pase para olvidar los malos resultados en la Serie A, ante un Benfica que también atraviesa una crisis, con tres derrotas consecutivas, este miércoles en Milán.
Todo iba rodado para las Águilas lisboetas, invictas en Champions y con media liga portuguesa en el bolsillo, pero la derrota hace 10 días contra el Oporto lo cambió todo. El Benfica necesita un milagro para seguir vivo en Champions. Al equipo se le complicó el campeonato luso tras perder el fin se semana contra el Chaves. Vio reducida a cuatro puntos su ventaja con respecto al Oporto.
Al Inter no le van mucho mejor las cosas. De hecho, la de Lisboa es la única victoria en los últimos ocho partidos disputados. Tiene muy complicado incluso entrar en la próxima Champions por la vía de la Serie A. El fin de semana cosechó ante el Monza su undécima derrota en 30 jornadas del campeonato.
Peor aún, el Inter perdió los tres últimos partidos que disputó como local y en ninguno de ellos logró marcar un solo gol; el equipo apenas promedia un tanto de media por partido en la segunda parte del campeonato. Uno de sus máximos goleadores, el argentino Lautaro Martínez, no marca desde el 5 de marzo.
«No marcamos suficiente»
Las cifras del resto de delanteros son incluso peores: el bosnio Edin Dzeko festejó por última vez en el partido de Supercopa contra el Milan en enero; y el argentino Joaquín Correa no ha marcado en 2023, siendo su último tanto en octubre. Y el regreso del belga Romelu Lukaku no está siendo tan exitoso como su primera etapa, cuando ayudó a ganar el Scudetto hace dos temporadas, y parece que regresará al Chelsea al final de su cesión.
El belga, que ha sufrido problemas físicos, solo anotó tres goles de jugada en toda la temporada, contando todas las competiciones. Los otros cuatro que anotó fueron desde el punto de penal.
«Desde el parón (por el Mundial de Qatar) no estamos a nuestro nivel habitual. Fuimos el mejor ataque del país durante 16 meses y ahora no marcamos suficiente», lamentó el técnico interista Simone Inzaghi el pasado sábado.
Los malos resultados y el espectro de quedar fuera de la próxima Champions, que supondría un golpe duro para las ya maltrechas finanzas del club interista, dejan en el aire el futuro de Inzaghi. La situación no llama al optimismo y que suponen una amenaza ante el Benfica.
No obstante, tras el 2-0 de la ida, el equipo milanista tiene todo a favor para volver a las semifinales de Champions por primera vez en 13 años, precisamente desde que levantó la Orejona en 201. Se citaría con otro rival italiano, Nápoles o Milan, con la mirada puesta en la final de junio en Estambul.
Los hinchas del Inter se encomiendan también en la capacidad de Inzaghi en los torneos del KO. El año pasado ganó la Copa y la Supecopa, título que revalidó en enero en Arabia Saudita goleando 3-0 al Milan. Y aún puede ganar de nuevo la Coppa, ya que logró un positivo empate 1-1 en Turín frente a la Juventus en la ida de las semifinales de la Champions.
Y en esta edición de la Champions salió airoso en un complicado grupo que compartía con Bayern Múnich y Barcelona. No encajó ningún gol aún en los dos partidos de octavos de final contra el Oporto (1-0, 0-0) ni en la ida en Lisboa.
Sin olvidar que el técnico ya ganó estos dos trofeos cuando dirigía a la Lazio. Ganó la Coppa en 2019 y la Supercopa italiana en 2017 y 2019