Miles de hinchas argentinos abarrotaron el centro de Doha antes de la final de la Copa del Mundo el domingo contra Francia, en medio de una desesperada lucha por encontrar entradas.
Mientras Croacia se imponía a Marruecos (2-1) en el partido por el tercer puesto disputado el sábado, los aficionados argentinos abarrotaron el mercado Souq Waqif y las ‘fan zones’ de los alrededores de la capital catarí.
La posibilidad de que Lionel Messi gane por fin un Mundial en su último torneo ha generado muchos vuelos con aficionados argentinos con destino al Estado del Golfo.
Se calcula que al menos 40.000 argentinos se encuentran en Doha, muchos de ellos con la camiseta albiceleste luciendo el número 10 de Messi por las calles.
Unos 10.000 seguidores de la Francia de Kylian Mbappé, que busca su segundo título consecutivo, se encuentran en Qatar, según las autoridades.
«Mañana seremos campeones», coreaba una multitud de más de 2.000 argentinos en el mercado Souq Waqif.
«Es una locura. Nunca había vivido algo así en toda mi vida», declaró Camila Bernstein, de 23 años, que se encuentra en Doha con su padre y sus hermanos.
«Nunca pensé que llegaríamos a la final. Es el mejor momento de mi vida, vamos a ganar y a ser campeones», proclamó.
«Todos creemos que este será el día de Messi», dijo Ricardo Schwarz, un profesor de Córdoba, afónico tras entonar los cánticos de los hinchas durante más de una hora.
«Todavía no tengo entrada, pero aún no he perdido la esperanza», añadió. «Están en el mercado, pero son caras».
Argentinos en el festival de hinchas
Varios seguidores contaron a la AFP que hay entradas con un valor inicial de 750 dólares que se están revendiendo por más de 4.000 dólares en grupos de WhatsApp creados para intercambiar asientos en el Estadio Icónico de Lusail, con capacidad para 88.500 espectadores.
Grandes multitudes similares de camisetas albicelestes se vieron en el festival de hinchas de la FIFA y en otros parques de hinchas creados para la Copa Mundial.
Los escasos aficionados franceses en las calles de Doha dijeron que desconfiaban por el ambiente.
«No son hostiles, pero está claro que aquí hay más argentinos que franceses», dijo Luc Gardez, sentado en un restaurante del barrio de Msheireb con una camiseta de la selección gala.
«Es el último torneo de Messi y habrá mucha emoción, pero creo que Francia tiene la mentalidad para afrontarlo», añadió este aficionado de la ciudad de Rennes.
El seleccionador de Francia, Didier Deschamps, también ha declarado que espera un ambiente festivo en el estadio el domingo.
«Espero un ambiente festivo con los argentinos, que son apasionados y apoyarán a su equipo. Cantan mucho y son muy expresivos. Eso está bien, al fin y al cabo es una final del Mundial, pero nuestros rivales no están en las gradas».