El británico Lewis Hamilton (Mercedes) logró en Hungría su segundo triunfo consecutivo en tres pruebas desde el inicio de la temporada de Fórmula 1 y se colocó líder del Mundial, con su victoria de este domingo en el circuito Hungaroring de Budapest.
Hamilton, que había salido desde la pole position, estuvo acompañado en el podio por el holandés Max Verstappen (Red Bull), protagonista de una gran actuación tras haber comenzado desde la séptima posición en la parrilla y pese a un accidente que sufrió a 15 minutos de la salida, en el que dañó su auto, y por el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes), que fue tercero.
Hamilton, que consiguió además el punto extra por la mejor vuelta de la carrera, se pone en cabeza del Mundial, ahora con cinco puntos de ventaja sobre Bottas, que había llegado a Hungría como líder.
El británico, que aspira a un séptimo título mundial en la categoría de pilotos para igualar al mítico Michael Schumacher, dominó con autoridad esta tercera cita de la temporada. Las dos anteriores habían tenido lugar en el mismo circuito, el Red Bull Ring de Spielberg (Austria).
Únicamente los cinco primeros automóviles de la carrera pudieron terminar en la misma vuelta que Hamilton este domingo.
Bottas, ganador de la primera carrera de la temporada en Austria, parece ya lejos del rendimiento de su compañero y Hamilton ha asestado un golpe psicológico, mostrándose muy superior al resto.
«La gestión ha sido muy buena. Tuvimos un muy buen ritmo hoy y una estrategia muy buena», admitió el inglés.
Del caos al alivio
Lo dejó ya claro desde el inicio de la carrera, donde Hamilton logró siete segundos de ventaja en apenas tres vueltas sobre sus perseguidores, especialmente Verstappen, que ha tenido un fin de semana algo convulso, pero finalmente productivo con su segundo puesto de este domingo.
El joven holandés partía desde lejos, desde el séptimo puesto de la parrilla, y las alarmas se dispararon en el inicio del día por su accidente, antes incluso de la vuelta de calentamiento.
Sus mecánicos consiguieron solucionar el problema en 15 minutos, cambiando el alerón y reparando el tren delantero izquierdo, que se habían dañado al chocar con una barrera de seguridad.
«Muchas gracias a los mecánicos. Han salvado el día, son legendarios, muchachos», les dijo Verstappen por la radio del monoplaza una vez que cruzó la línea de meta.
Para el resto, el circuito de Hungaroring, sin público y sin el fervor habitual, brindó un Gran Premio que no pasará a la historia más gloriosa de la Fórmula 1.
En los preámbulos de la carrera, y como se planea hacer toda la temporada, Hamilton y otros 15 pilotos volvieron a poner una rodilla en el suelo como gesto contra el racismo. El resto de pilotos se mantenían de pie, igualmente en señal de respeto.
En la pista, los Racing Point, que salían desde la segunda línea, se mostraron menos eficaces que el sábado en la sesión de clasificación. El canadiense Lance Stroll fue cuarto y el mexicano Sergio Pérez séptimo.
Vettel mejor que Leclerc
En los Ferrari, el alemán Sebastian Vettel fue ampliamente mejor este domingo que su joven compañero monegasco Charles Leclerc.
El cuatro veces campeón mundial, que no continuará en la Scuderia la próxima temporada, terminó sexto la carrera, mientras que Leclerc fue undécimo, después de ser adelantado por el que será su compañero la próxima temporada, el español Carlos Sainz, que con su McLaren cerró el Top 10.
En Red Bull, más allá del segundo lugar de Verstappen, el tailandés Alexander Albon fue quinto.
Después de que la pandemia del nuevo coronavirus obligara a retrasar de marzo a julio el inicio del Mundial de Fórmula 1, la competición reina del automovilismo ha vivido las tres primeras carreras en tres fines de semana consecutivos.
Ahora se toma una breve pausa, antes de volver a encerrarse en su burbuja sanitaria para encadenar otras tres semanas de grandes premios, dos en Silverstone (Gran Bretaña), los días 2 y 9 de agosto, y una en Montmeló (Gran Premio de España, 16 de agosto).