Cardenales de Lara, el campeón defensor de la pelota venezolana, advierte a sus seguidores que todavía no deben celebrar, aunque este viernes haya habido fiesta crepuscular en Maracaibo, por la clasificación a la final.
“Ha sido una temporada distinta a lo que esperábamos, pero muy especial para el equipo”, se felicitó Carlos Miguel Oropeza, gerente general de los pájaros rojos. “Algunos de estos muchachos eran poco conocidos y han sabido sacar la cara. Ahora vamos a buscar el título”.
Oropeza describió en pocas palabras el desafío que le viene: “En el papel somos los dos clubes mejor estructurados”, indicó sobre Caribes de Anzoátegui, su adversario. “Va a ser una serie muy aguerrida”.
El duelo, en teoría, debería empezar este domingo en Barquisimeto, pero el ejecutivo adelantó conversaciones con sus pares orientales, para dar inicio al duelo el lunes, a fin de planificar la logística que requiere realizar el nuevo draft de sustituciones y sobre todo el eventual viaje a Puerto La Cruz.
Un anuncio al respecto se conocerá este sábado.
Se espera que los occidentales agreguen pitcheo, posiblemente a un relevista. Oropeza fue visto conversando con el ex grandeliga Wilking Rodríguez, ahora de las Águilas del Zulia, de gran cosecha previa con los Tigres de Aragua en la ronda eliminatoria.
“No podemos celebrar todavía, tenemos que ser muy positivos”, exclamó el jardinero central cubano Yordanys Linares, muy productivo con el madero en los playoffs.
Un Cardenales que ha madurado en el camino
Luis Jiménez, cuya llegada añadió dinamita y paciencia a un lineup que ahora luce más fuerte que en diciembre, vaticinó una final “de emociones encontradas” y resaltó el aprendizaje que muchos de sus menos experimentados compañeros han adquirido en este enero.
Jiménez perteneció a la tribu hasta diciembre, cuando fue adquirido en un cambio por el lanzador Alex Torres.
“La química que hay allá adentro no tiene comparación”, indicó sobre el clubhouse. “Jugar contra las Águilas del Zulia en este estadio (el Luis Aparicio El Grande) ha sido muy positivo, porque este es un público que grita mucho, que vive mucho el beisbol. Los muchachos han sabido enfocare y han visto el resultado de esperar a que fallen los pitchers contrarios”.
Osman Marval fue el protagonista que esta vez aprovechó ese fallo, metiendo a Cardenales en la final, con un doble empujador de dos carreras ante el cerrador Arcenio León que decidió en el noveno inning del quinto juego ante los rapaces.
“Gracias a Dios he podido responder todo el año”, sonrió Marval. “Ahora por fin estamos en la final, que era lo que tanto estábamos buscando”.
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