Hay historias que no se repiten dos veces. Y no porque no sea posible, sino porque los protagonistas intervienen para evitarlo. Marcelo Gallardo aprendió la lección luego del superclásico en el torneo local y esta vez River supo zafarse del defensivo 4-1-4-1 planteado por el conjunto xeneize, el mismo dibujo que usaron en aquel 0 a 0 del estadio Monumental.
Algunos fanáticos no se habían acomodado del todo en sus asientos y ya el planteamiento de Gustavo Alfaro había recibido su primer golpe: penal (vía VAR) para River y Santos Borré, el mismo que lo sufrió, lo convertía. Minuto 7 de partido.
La idea de Boca parecía clara, aunque muy poco vistosa. La desventaja en el marcador evidenciaba aún más sus limitaciones: balones en largo a Ramón Ábila e incorporación de Mac Allister y Capaldo, volantes interiores, para intentar ganar las segundas jugadas y hacer daño desde la media distancia. De hecho, según los datos de @Driblab, 47,5% del total de los pases del equipo xeneize en el partido fueron verticales, pero de igual forma Ábila dio la sensación de estar exageradamente aislado durante todo el partido.
![](https://cdn.bitlysdowssl-aws.com/wp-content/uploads/2019/10/Mapa-calor-Ábila-300x201.png)
A pesar de lo predecible y poco versátil de su propuesta, Boca generó algunas ocasiones de peligro en la primera parte, aunque su peligrosidad se fue diluyendo a medida que avanzaba el partido. Parte de la explicación de ese bajo rendimiento, por supuesto, se debe a la buena tarea defensiva de River. Según @Driblab, El equipo de Alfaro promedió apenas 4,5 pases consecutivos antes de que los locales se hicieran de nuevo con el esférico, y el director de orquesta de esa gran presión en la medular fue Enzo Pérez.
![](https://cdn.bitlysdowssl-aws.com/wp-content/uploads/2019/10/Mapa-calor-Enzo-300x200.png)
En el segundo tiempo se acentúo el dominio local, y el ingreso de Ignacio Scocco a la cancha le dio mucho más dinamismo al ataque millonario. El conjunto de Marcelo Gallardo le dio amplitud a la cancha, y a pesar de unas buenas intervenciones del guardameta Andrada, River consiguió la segunda diana: una muy buena jugada colectiva por la banda derecha desembocó en un centro rasante que Ignacio Fernández, de los mejores del partido, empujó al fondo del arco.
![](https://cdn.bitlysdowssl-aws.com/wp-content/uploads/2019/10/Mapa-pases-River-300x200.png)
Con esta victoria, River consigue una importante ventaja en el marcador global para visitar La Bombonera e intentar clasificar a su segunda final consecutiva de la Copa Libertadores. A pesar de que un 2 a 0 sigue siendo inconcluso, la ventaja pudo haber sido mayor si no hubiese sido por las intervenciones oportunas del central Carlos Izquierdoz y del arquero Esteban Andrada.