La temporada del Zamora FC no ha sido la esperada, aunque le ha alcanzado para estar en la cima de la tabla en el Torneo Apertura y ayer volvió a ratificar su candidatura al título en 2017.
Los dirigidos por Francesco Stifano exhibieron su mejor forma para arrollar al Atlético Venezuela 4 por 0 en el césped del estadio Agustín Tovar de Barinas.
La oncena llanera tuvo un comienzo lento, estudiando al rival y acechándolo de a poco. La posesión de la esférica les favorecía ampliamente frente a los capitalinos, que se defendían de cada amenaza.
Pero esa fortaleza sobre su propio territorio fue vulnerada a los 39 minutos, cuando tras un tiro de esquina el argentino Ezequiel Filippetto dentro del área chica mandó al fondo de las redes el balón con un potente cabezazo.
Con la ventaja de 1-0 finalizó la primera mitad en el recinto mejor conocido como “La Carolina”.
La segunda parte se inició tal cual como la primera, con muy poco accionar; sin embargo, los locales, no conformes con el resultado parcial, sumaron intensidad en la elaboración de sus jugadas y esto les rindió su segundo gran dividendo al minuto 57 del complemento con la diana del venezolano Juan Falcón.
Atlético Venezuela no pudo plantar mayor resistencia contra la calidad de los albinegros, que 11 minutos después, al 68, colocaron el tercer tanto en la pizarra con los botines del joven Eduardo Sosa.
La guinda al pastel llegaría a los 73 gracias al también criollo César Martínez, que hizo estallar de algarabía al graderío del estadio llanero.
Ahora el Zamora con 23 puntos se ubicó en solitario en la primera casilla del certamen, a 4 puntos de su más cercano seguidor, el Deportivo Táchira, pero con trío de compromisos más disputados.
Otra goleada se consumó en Maracaibo, después de que el Carabobo le endosó cuatro a los locales del JBL Zulia.
Los granate marcaron sus dos primeros goles en la primera mitad, producidos por los nacionales Carlos “Mono” Suárez y Aquiles “Chino” Ocanto.
En la segunda etapa sumaron dos más, beneficiados por la expulsión de dos jugadores del conjunto zuliano. Edgard Bello y el propio Ocanto fueron los encargados de sellar el lauro.