El Ahtletic Club, con una victoria de oficio en el estadio de El Alcoraz de Huesca, sumó tres puntos de oro para alejarse de la zona de peligro de la clasificación y frenó la remontada que estaba protagonizando el conjunto altoaragonés en las últimas jornadas.
El triunfo del conjunto vizcaíno supone un duro golpe a la moral, pero también a las posibilidades de salvación, de un conjunto oscense que había firmado una tarjeta de siete puntos de nueve posibles en las últimas tres jornadas.
Esto le había valido para pasar de estar prácticamente desahuciado a engancharse a la lucha por la permanencia que con la derrota se le vuelve a complicar.
El equipo de Gaizka Garitano demostró que le tiene tomada la medida al equipo aragonés al que goleó en la Copa del Rey, tanto en la ida como en la vuelta por 4-0, y al que volvió a superar, aunque en esta ocasión de manera más ajustada y más por veteranía y saber estar que por fútbol. Por contra, los tres puntos logrados en Huesca permiten a los de Lezama un gran balón de oxígeno para alejarse del pozo del descenso y, a la vez, para poder mirar de reojo a la parte media-alta de la tabla clasificatoria.
En los primeros 45 minutos el Huesca no estuvo en un partido que fue desde el inicio espeso y sin apenas juego por parte de ninguno de los equipos aunque el dominio territorial y de posesión correspondió al Athletic. Sin embargo, los visitantes apenas profundizaron ante la ausencia de caminos al área de su rival porque en defensa los propietarios del terreno estuvieron bien plantados, todo lo contrario que en ataque.
El equipo altoaragonés no se pareció en nada al de las últimas jornadas. Estuvo medroso, le faltó presión y no supo sacar el balón jugado desde atrás. En el partido participaron los venezolanos Yangel Herrera y Juanpi Añor.