La policía italiana anunció ayer haber registrado una mansión en Porto Cervo, en Cerdeña, que sería el medio de corrupción utilizado por el presidente de BeIn Media, Nasser Al-Khelaifi, también patrón del París SG, con Jérôme Valcke, ex número dos de la FIFA.
Según un comunicado emitido por la policía italiana, la mansión en cuestión, cuyo valor está estimado en siete millones de euros, “constituye el medio de corrupción utilizado por Nasser Al-Khelaifi (con Jérôme Valcke) para adquirir los derechos televisivos de los Mundiales de la FIFA de los años 2018 a 2030”.
La “Villa Bianca” pertenece a una sociedad inmobiliaria establecida internacionalmente, pero estaba a disposición de Jérôme Valcke, según el mismo comunicado. La operación fue realizada en presencia de un representante del ministerio público de la Confederación Helvétca.
La policía italiana precisó que varias personas, ligadas a la sociedad propietaria de la mansión fueron interrogadas, y que fueron incautados documentos y material informático.
Al mismo tiempo, la comisión de ética de la FIFA abrió ayer una investigación preliminar contra Al-Khelaifi.
La oficina parisina de la cadena de televisión catarí beIN Sports fue registrada el jueves. El Grupo beIN Media rechazó todas las acusaciones, añadiendo que colaborará plenamente con las autoridades y que espera las conclusiones de la investigación.
Tras ser detenido el jueves Valcke quedó libre unas horas más tarde, abandonando los locales del Ministerio Público de Suiza en Berna. Declaró en L’Equipe de ayer no haber recibido nada de Nasser.
Los problemas se acumulan para Al-Khelaifi, ya que el PSG, del que es presidente desde la compra del club por parte de un fondo soberano de Catar en 2011, es objeto de una investigación por parte de la UEFA.
El club es sospechoso de haber infringido las reglas del fair-play financiero (no gastar más de lo que se gana) con los fichajes de Neymar (222 millones de euros) y Kylian Mbappé (180).