«Nada es más fuerte como la costumbre».
La frase del novelista español Benito Pérez Galdós se adapta perfectamente a las eliminatorias suramericanas rumbo al Mundial de Rusia 2018. ¿Por qué? En cada proceso clasificatorio de dicha región al torneo de selecciones más importante del globo terráqueo, la paridad es un hábito natural que ha sido adquirido por los competidores y se ha transformado en la más atractiva de todas, sin lugar a dudas.
En la última jornada disputada en el camino a Rusia 2018, solo ganó un equipo que jugó de local: Bolivia, y lo hizo contra Chile. Mientras que dos visitantes, Perú y Uruguay, vencieron a Ecuador y Paraguay, respectivamente. Sin dejar de lado los dos empates: Colombia-Brasil en Barranquilla y Argentina-Venezuela en Buenos Aires.
A falta de dos fechas para que finalice el calendario, solo Brasil tiene un cupo asegurado. Por otro lado, solo cuatro puntos separan al segundo (Uruguay con 27) del sexto (Chile con 23) y quedan seis en disputa. Entre ellos se encuentran Colombia (tercero con 26), Perú (cuarto con 24) y Argentina (quinto con 24). Sin olvidar a Paraguay (séptimo con 21) y Ecuador (octavo con 20), todavía con posibilidades.
La situación de cada uno.
Uruguay, que ya tiene medio pie en el avión, deberá visitar a Venezuela en Pueblo Nuevo el 5 de octubre para adquirir definitivamente el boleto. La Vinotinto demostró en sus últimos dos encuentros que será un incordio en el cierre y puede darle un duro traspié, tal como hizo con la Albiceleste. Y los charrúas cerrarán en Montevideo contra Bolivia, penúltimo en la tabla de clasificación. En el papel, pareciera que es el calendario más asequible.
El cuadro neogranadino, que sumó dos unidades de seis posibles, jugará contra dos adversarios que requieren de un triunfo para llegar al Mundial. Recibirá a Paraguay y unos días después, cerrará en Lima frente Perú, uno de los combinados con mejor momento de forma en América del Sur. Si gana el primero, el segundo podría ser u n m e r o trámite.
El duelo que podría dictaminar el destino de muchos es el que protagonizarán incas y gauchos en Buenos Aires.
Empatados con 24 puntos (los dirigidos por Ricardo Gareca están por delante por goles anotados), necesitan sumar los tres puntos para escalar posiciones y alejarse de sus perseguidores. Y ambos tienen motivaciones muy diferentes: Perú no va a un mundial desde España 82 y Argentina no falla desde México 70.
Chile es quien pasa por la circunstancia más complicada. Perdió 0-3 frente a Paraguay como local y cayó 1-0 en la altura de La Paz contra Bolivia. Esto causó que bajara de la cuarta a la sexta casilla.
Una victoria contra Ecuador, que también se juega la vida, puede ser el remedio para todos sus males porque entraría nuevamente a zona de clasificación. Sin embargo, no todo es color de rosas. Su último partido será contra Brasil como visitante y aunque la canarinha ya está en el mundial, será un hueso duro de roer.
Ecuador y Paraguay son los que menos posibilidades tienen para acceder a la Copa del Mundo. Los meridionales deberán ir a suelo austral para mantenerse en la pelea y los guaraníes harán lo propio en su viaje a Barranquilla. Si uno de los dos o incluso ambos salen airosos de tierra hostil, la última fecha será no apta para cardíacos, donde los aurirrojos se enfrentarán con Venezuela en Asunción y La Tricolor recibirá a Argentina.
Venezuela será juez. El equipo dirigido por Rafael Dudamel, en pleno proceso de renovación y con la mirada puesta en Qatar 2022, puede trastocar los planes de Uruguay y Paraguay. Ya lo hizo contra Colombia y Argentina. Puede repetir la gesta y jugar un rol fundamental en la ruta hacia al segundo país más gélido del mundo.
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