FÚTBOL

Recibimiento de héroes para los guerreros de la Vinotinto en Maiquetía

por Avatar

Una Copa del Mundo no hizo falta para alegrar a todo un país, ni a familiares, amigos y aficionados que acudieron al aeropuerto auxiliar de Maiquetía a recibir a la Vinotinto sub 20 que en su regreso a Venezuela, no hizo más que provocar sonrisas entre los suyos.

Aunque su llegada estaba prevista para las 2:15 pm, poco después del mediodía ya algunos hinchas hacían acto de presencia en el lugar esperando a un equipo que no pasaría por allí, sino que lo haría por la rampa presidencial, a la que solo invitados, periodistas y personal militar tendrían acceso.

Con un pie enyesado y sosteniéndose en muletas, Eliani, de 16 años de edad y con su respectiva camiseta vinotinto, no se frenó para acudir al encuentro con los futbolistas, pero esperó —en vano— a que aparecieran sus ídolos. “Unieron a todo un país y dejaron en alto su nombre; no me importó montarme en un autobús y venir con mi pie lesionado”, contó a El Nacional Web. 

Al igual que él, algunos aguardaron de manera fútilmente.

Pero no todos corrieron la misma suerte. Familiares y niños pertenecientes a equipos de fútbol de la región sí lograron acceder al “bunker” vinotinto: poco o nada importó tener que esperar sentados en el suelo, o soportar el sol abrasador del mediodía sobre sus cabezas a un lado de la pista de aterrizaje, pues después de madrugar en varias ocasiones durante las últimas tres semanas, la emoción y las lágrimas se sobreponían a las condiciones climáticas, especialmente para los más pequeños.

“Para nosotros son unos héroes porque todos somos venezolanos. Nos emociona demasiado ver a nuestros ídolos. La mayoría de nosotros queremos dedicarnos al fútbol y representar a Venezuela”, contó Eliezer, un niño de 11 años, en representación de Pelicanos FC, presentes en las tribunas adyacentes al lugar de llegada del conjunto nacional, decorado con tricolores patrios y pancartas alusivas a la selección.

Repentinamente el silencio se impone sobre el resto. Una aeronave blanca perteneciente a la aerolínea Air France, proveniente de París, está por tocar tierra.

Una vez detenida su marcha, de ella comienza a bajar la delegación, encabezada por el entrenador Rafael Dudamel. “Disfruten a sus campeones”, grita, mientras el resto se acomoda en una tarima que permanece escoltada por funcionarios militares, que les rinden honores y les interpretan el “Alma Llanera”, tratándolos como auténticos próceres.

El trato, sin embargo, no les sube los humos. Y es que enseguida sus risas se entremezclan con el llanto de alegría y el cariño que les regalan sus seres queridos, que corrieron como depredadores persiguiendo a sus presas para poder abrazar a sus hijos por primera vez en unos cuantos meses. Al menos así fue para los parientes de Christian Makoun. “Estamos súper felices. Son héroes de la patria. Son los mejores del mundo. Es demasiado gratificante, un sueño cumplido”, expresó Ersilia Rivero.

Josua Mejía, defensor central, lo ratifica: “Éramos conscientes de que en la unión estaba la fuerza y nos contenta haber hecho sonreír a todo un país”.

Y si bien la fiesta apenas estaba empezando, pues luego se trasladaron al estadio Olímpico de la UCV para darse un baño de masas junto a la afición, Dudamel no desperdició la ocasión para tirarles una advertencia, a modo de congratulación. “Sé que son muchísimos días fuera de casa y es emocionante reencontrarse con la familia. Hay que recargar baterías porque esto continúa”.