El nuevo Real Madrid de Santiago Hernán Solari dejó sentenciada la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey contra el Melilla, de Segunda División B, con una victoria sin brillo pero contundente (0-4). Además de Solari, el otro gran protagonista del Real Madrid fue el brasileño Vinicius, que jugó todo el partido y, aunque no marcó, se mostró muy activo, dio una asistencia y participó en muchas de las jugadas más peligrosas del equipo blanco.
El Real Madrid apenas sufrió en la primera mitad, excepto en los primeros quince minutos, en los que el Melilla comenzó llevando la iniciativa, hasta que el equipo de Solari se sacudió la presión inicial de los melillenses y empezó a madurar el partido, tocando bien el balón desde atrás para salir con gran velocidad. Atacó en numerosas ocasiones por el lateral derecho y Odriozola hizo mucho daño a la defensa local.
El Melilla estuvo cerca de adelantarse en el marcador al minuto de juego, en un centro-chut que salió rozando una escuadra, aunque tres minutos después un centro desde la izquierda de Vinicius fue rematado por Asensio a las manos de Barrio.
El gol del Real Madrid se veía llegar y Lucas Vázquez dio un aviso en el minuto 23, pero el cancerbero local se lució, despejando a córner, hasta que cuatro minutos después los de Solari acertaron a marcar en una gran jugada por la derecha de Odriozola, que pasó el balón a Benzema y éste, a placer, lo empujó a la red.
El Real Madrid se mostraba muy cómodo ante un Melilla que no se rendía, pero no llegaba a la meta de Navas, todo lo contrario que su oponente, que pudo marcar por medio de Asensio y Lucas Vázquez, hasta que en el tiempo añadido un perfecto servicio por la banda derecha de Vinicius acabó en el 0-2, obra de Asensio, solo ante el guardameta melillense.
Los minutos pasaban y los melillenses no lograban meterse en el partido ante un rival que pudo conseguir el tercero en una obra de arte de Vinicius, que firmó un potente trallazo desde fuera del área que se estrelló en el larguero. En la recta final, sin dejarlo respirar, marcó el 0-3 en una jugada de remates consecutivos de Asensio y Viniciu que se encontraron con dos soberbias paradas del portero local, pero el balón finalmente quedó rechazado en la línea de gol y Odriozola lo empujó a la red.
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