Miles de uruguayos acudirán este jueves a presenciar el partido de Copa América de su selección frente a Japón, tras haber viajado más de diez horas por carretera desde su país.
La mayoría de ellos llegó a última hora de la noche a la ciudad brasileña de Porto Alegre, sede del partido, al que está previsto que vayan entre 15.000 y 20.000 seguidores de la Celeste.
Ese número de aficionados ha dejado casi sin habitaciones disponibles los hoteles de la ciudad, que registran una ocupación de 90%, según el Sindicato de Hoteles de Porto Alegre (SHPOA).
Durante todo el miércoles los puestos fronterizos de Chuy y Río Branco estuvieron colapsados, con colas de entre dos horas y media y tres horas de espera para ingresar a Rio Grande do Sul, el estado brasileño que hace frontera con Uruguay y cuya capital es Porto Alegre.
Así, alrededor de medio día les tomó a muchos recorrer los 800 kilómetros que separan Montevideo de Porto Alegre, cuya región se siente muy identificada con Uruguay porque comparten elementos culturales como el mate y la tradición gaucha.
En automóviles particulares se movilizaron familias enteras de padres e hijos y también grupos de amigos confiados en que el viaje valdrá la pena para ver una nueva exhibición de los jugadores dirigidos por Óscar Washington Tabárez como la ofrecida en el primer partido del torneo ante Ecuador (4-0).
Por eso gran parte de la afición uruguaya desplazada a Brasil optó por descansar por la mañana y recuperar fuerzas para el partido donde la Celeste buscará asegurar su clasificación para los cuartos de final de la Copa América.
Solo unos pocos salieron a las calles para dar pequeños paseos matutinos en la fría mañana de Porto Alegre este jueves, que es festivo nacional en Brasil por ser el día del Corpus Christi.