En los momentos de apremio es cuando los héroes deben aparecer para que el objetivo marcado se consiga. Es una obligación para ellos, como si fuera una labor por cumplir. ¿Por qué? El entorno espera que lo hagan por su bagaje, talento y nivel competitivo. Lionel Messi fue el futbolista que ayer se colocó a su selección sobre los hombros y la salvó de la catástrofe al obtener en Quito la clasificación al mundial de Rusia 2018.
Después del empate en Buenos Aires contra Perú el jueves pasado, la albiceleste salió de los puestos que otorgan un cupo para la competencia. Las alarmas se prendieron debido a que tenía la obligación de ganar contra Ecuador, que aunque ya estaba eliminado, representaba un adversario peligroso por la altura.
Apenas sonó el pitazo inicial, los locales abrieron la pizarra a través de Romario Ibarra, que batió a Sergio Romero en un mano a mano. El temor de no ir al mundial luego de 44 años yendo permanentemente se acrecentó. Sin embargo, duró poco. En 20 minutos Messi volteó el marcador y el puesto en el avión estaba, hasta el momento, reservado.
Mientras que el Centenario de Montevideo se silenció con un autogol de Gastón Silva y Bolivia se fue arriba 1-0. Pero los uruguayos tienen esa chapa de no rendirse. Martín Cáceres y Edinson Cavani marcaron dos dianas en menos de tres minutos y la calma volvió.
En otros escenarios, Perú-Colombia, Paraguay-Venezuela y Brasil Chile igualaban 0-0. En aquel momento, Brasil, Uruguay, Argentina y Chile estaban en el mundial. Y Colombia iba a la repechaje.
Segundo tiempo de emociones. El drama reinó durante todo el proceso eliminatorio y la última jornada no fue la excepción. La necesidad de ganar de varios equipos los obligó a buscar el arco rival. A algunos les funcionó y a otros no.
Chile debió lidiar con la más dura: Brasil, que pese a estar clasificada hace meses, no regaló nada. Y entre los minutos 55 y 57 Paulinho y Gabriel Jesús, respectivamente, apaciguaron las esperanzas de los bicampeones de América.
En Lima, Colombia rompió el celofán mediante una tanto de James Rodríguez a los 56 minutos. En un instante los australes iban al repechaje y los incas quedaban fuera. Así de reñida y apretada estaba la situación.
Y para poner la guinda al pastel, Messi completó el triplete y el electrónico se ponía 3-1 a favor de Argentina. Lo que podía ser una pesadilla se transformó en el sueño alcanzado. Entonces la atención ya se centraba en el Metropolitano de Lima y en el Defensores del Chaco porque en Quito, Montevideo y Sao Paulo parecía estar todo definido.
Obviamente, algo iba a cambiar y Paolo Guerrero regresó la esperanza a todo un país que veía cómo se esfumaba su regreso a una Copa del Mundo luego de 35 años de ausencia. A los 76 minutos efectuó un tiro libre que se incrustó en la escuadra izquierda del arco para igualar 1-1 y Perú regresaba al quinto puesto.
En la capital uruguaya Luis Suárez anotó doblete y sentenció el partido frente a Bolivia. ¿Algo curioso? Sobre el final, el cuadro del altiplano descontó con otro autogol, esta vez de Diego Godín para que el resultado definitivo fuera 4-2.
Y a esta altura solo Paraguay podía modificar algo. No obstante, se consiguió con una Venezuela con ganas de arruinarles la fiesta. A los 84 minutos Yangel Herrera anotó el 0-1 definitivo.
Al final, Brasil, Uruguay, Argentina y Colombia clasificaron al certamen. Y Perú jugará contra Nueva Zelanda por el derecho de estar allí.
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