El Atlético de Madrid cayó por 3-2 contra el Paris Saint-Germain en Singapur, en un partido en el que los futbolistas de la cantera rojiblanca redimieron la falta de puntería de los puntas del primer equipo con dos goles que empataron el partido, pero cayeron por un tanto final galo en el minuto 93.
Víctor Mollejo y Borja Garcés, campeones juveniles la temporada pasada con dos de los equipos de la cantera rojiblanca -Garcés formó parte del equipo del ‘triplete’ juvenil de la pasada campaña- remontaron el 2-0 que habían logrado Cristopher Nkunku y Moussa Diaby para el PSG, pero el punta franco-moldavo Virgiliu Postolachi aprovechó un error para ganar el partido en el descuento.
Al borde de forzar los penaltis se quedaron los canteranos del Atlético, que redimieron con su salida la falta de puntería del francés Kevin Gameiro y el argentino Luciano Vietto, incapaces de embocar las varias ocasiones que tuvieron al contragolpe, en un partido dominado en la posesión por el conjunto francés.
El Atlético saltó al Estadio Nacional de Singapur con dos ausencias obligadas, las del portero esloveno Jan Oblak y el extremo Víctor Machín ‘Vitolo’ por molestias físicas, y un nuevo esquema: un 4-3-3 con la misma defensa que jugó ante el Arsenal, el juvenil Mikel Carro junto a Rodrigo y Thomas en el centro del campo, y Vietto, Gameiro y Correa como trío atacante.
Por su parte, el Paris Saint-Germain del alemán Thomas Tuchel dio entrada a un centro del campo de quilates con el italiano Marco Verrati, el argentino Giovani Lo Celso y el francés Adrien Rabiot en el eje central y el argentino Ángel Di María como falsa referencia atacante junto al galo Cristopher Nkunku.
El conjunto francés quería olvidar cuanto antes la goleada encajada ante el Arsenal (5-1) dos días antes, y avisó Di María con un lanzamiento de falta directa rechazado por Adán. Respondió el Atlético al contragolpe con dos oportunidades de Correa y Gameiro, que tuvo un mano a mano con Trapp que envió demasiado alto. Mientras el Atlético esperaba su oportunidad de salir a la carrera, el PSG dominaba el encuentro apoyado en sus laterales, especialmente con carrilero diestro Colin Dagba.