¿Lo conseguirá por fin? Jürgen Klopp, considerado por sus pares como el mejor entrenador «del momento», gracias a su juego atrevido y una gestión fuera de lo común, se ve lastrado por su reputación de ‘perdedor de lujo’ tras caer en tres finales europeas.
Si el sábado frente al Tottenham en el estadio Metropolitano madrileño se le escapa su tercera final de Liga de Campeones, la segunda consecutiva, el técnico alemán difícilmente podrá deshacerse de la etiqueta de eterno segundo.
Y es que desde su primera hazaña inacabada en la más prestigiosa de las competiciones continentales con el Borussia Dortmund en 2013, y su llegada al banquillo de los ‘Reds’ en 2015, el carismático rubio de las gafas translúcidas sufre una auténtica maldición.
Derrotado en la final de la Liga Europa — la ‘pequeña’ Copa de Europa — por el Sevilla en 2016, Klopp cayó el pasado año frente al Real Madrid de Zinedine Zidane en su intento de conseguir la sexta Copa de Europa de la historia del club inglés.
Y está la liga inglesa, que el Liverpool no gana desde 1990 y que este año se le volvió a escapar pese a un resultado histórico (97 puntos frente a los 98 del Manchester City). ¡Nunca en los anales de la Premier League, un segundo clasificado había tenido tal rendimiento!
Ganas de superarte. En la historia reciente del deporte rey, únicamente el argentino Héctor Cúper, doble finalista sin suerte en la Liga de Campeones con el Valencia en 2000 y 2001, parece haber tenido un balance aún más frustrante.
Sin embargo, a ojos de los observadores y de sus colegas europeos, el exentrenador del Maguncia es considerado, al mismo nivel que Pep Guardiola, como el mejor entrenador del momento. ¿Cómo se explica eso? «La manera como hace jugar al equipo con menos medios que otros, y lo que eso refleja en términos de gestión del equipo», consideró en la radio RMC, Christophe Galtier, elegido mejor entrenador de la liga francesa este año.
«Si fuese jugador, me gustaría ser entrenado por este tipo, que da una imagen de técnico cercano a sus jugadores, muy exigente, muy duro, pero que te da ganas de superarte», añade el entrenador del Lille. Siempre listo para dar un buen titular a los medios, este aficionado al «heavy metal» logró sobre todo la hazaña de hacerse querer por la muy exigente ciudad de los Beatles, tanto por su eléctrico estilo de juego como por su personalidad humilde y auténtica. El que fue calificado de «Normal One» a su llegada al banquillo del Liverpool no ha descuidado su proximidad con los aficionados «Reds», hasta el punto de ir a beber una cerveza con sus vecinos en el pub de su barrio, o pasear a sus perros junto al río Mersey como otro señor cualquiera.
Empatía fantástica. El punto culminante de su relación con los ‘Scousers’ sigue siendo, sin duda, su obra maestra en la vuelta de semifinales de la ‘Champions’ hace tres semanas: la ya famosa ‘redmontada’ contra el FC Barcelona sobre el césped de Anfield. Derrotado 3-0 por el equipo encabezado por Leo Messi en la ida, su equipo logró lo imposible ganando 4-0 en casa tras varias arengas inspiradoras y una buena táctica.
Loco de alegría al final del partido, inmortalizó esa noche única cantando junto a sus jugadores el famoso himno «You’ll never walk alone». Legendario. «No es gracias a la táctica, ni a la filosofía de juego», dijo José Mourinho, el antiguo «Special One» ahora comentarista en beIN Sports.
«Es una cuestión de corazón, de alma y de la empatía fantástica que ha creado con su grupo de jugadores», lo que hizo la diferencia, añadió. ¿La receta de Klopp acabará por fin con un título? Cuando llegó al cargo en 2015, prometió que ganaría un trofeo en los cuatro años siguientes. Es este sábado o nunca… «Me gustan todos mis equipos, todas dieron lo mejor de sí. Pero es verdad que nunca he tenido un mejor equipo que este en una final», declaró el lunes durante la jornada dedicada a los medios.
«Nuestros chicos unen potencial y actitud de la mejor manera. Es algo brillante», añadió, lleno de esperanza.