La eficacia al momento de concretar las oportunidades generadas significó el factor determinante para que Cerro Porteño eliminara este jueves al Caracas FC en el encuentro de vuelta por la primera fase de la Copa Sudamericana.

El Ciclón de Barrio Obrero consiguió un resultado de 1-2 (2-3 global) en el estadio Olímpico de la UCV, ante un combinado avileño que desperdició varias ocasiones y careció de fortaleza física y mental en momentos claves. 

La emoción dentro del compromiso se hizo sentir desde el pitazo inicial, cuando se guardó un minuto de silencio en homenaje a las vidas sesgadas durante las manifestaciones antigubernamentales. Previamente, el Rojo posó con el tricolor criollo de cabeza.

Durante los primeros compases de la primera mitad, no hubo un dominador claro. Bajo una leve llovizna, los rebotes y pelotazos largos predominaron en un terreno de juego de condiciones regulares.

Cerro amenazó con un par de disparos desviados, pero fueron los dirigidos por Noel «Chita» Sanvicente quienes tomaron la iniciativa con la posesión del esférico, así como la generación de volumen ofensivo por los costados.

Los primeros 45′ terminaron con la sensación de que el local pudo ponerse en ventaja. El segundo período arrancó igual que el final del primero, con la diferencia de que el Caracas capitalizó mediante un cabezazo de Rubert Quijada, tras un cobro desde la esquina.

La polémica se hizo presente en el Coloso de los Chaguaramos cuando Nelson Haedo Valdez, de penalti, vacunó con un potente remate al medio.

Y es que el principal Ricardo Marques, de Brasil, decretó una pena máxima en la que un azulgrana se desvaneció dentro del área sin contacto alguno. El desacuerdo de la afición avileña, que no paraba de alentar a su equipo, se manifestó.

La eliminatoria estaba igualada, pero la ingenuidad del Caracas causó que el oportunismo de Cerro apareciera a seis minutos de que culminara el tiempo reglamentario, cuando un testarazo de Oscar Ruiz dejó cifras definitivas. 

Pese al resultado adverso, el colorido de la barra capitalina se acentuó. Las bengalas y los fuegos artificiales dejaron en situación de riesgo la continuidad del partido, que se había interrumpido varias veces por la misma razón. 

De esta forma, Sanvicente y sus muchachos se quedaron con las ganas de trascender en competición internacional, igual que el año pasado.

«Cerro Porteño solo generó con dos ocasiones claras, una intervino nuestro arquero y la otra fue el gol. Me parece que el penal los mete en el juego y nos desconcentró a nosotros”, dijo el estratega avileño en rueda de prensa.


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