El Carabobo llegó a la capital para enfrentar al Caracas, con la intención de conseguir un resultado que le permitiera regresar a casa con la tranquilidad de poder resolver la eliminatoria en el encuentro de vuelta. Ayer hizo más que eso porque con la victoria 0-1 coloca un pie en las semifinales del octogonal final.
Este resultado tiene un responsable: Eduard Bello. Cuando el telón estaba cerca de caer, el novel extremo marcó un gol con un cabezazo extraordinario que entró por la escuadra del arco defendido por Wuilker Fariñez, luego de un centro desde la izquierda del colombiano Jeysen Núñez.
“Fue un partido bastante duro. Sabíamos que iba a ser así y que Caracas iba a salir a proponer. Pudimos marcar el gol en una oportunidad que se nos dio sobre el final y vamos más tranquilos para la vuelta”, comentó Bello al término del encuentro.
Y el impacto fue mayor. El tanto se produjo cuando menos se esperaba porque el encuentro había caído en un letargo durante los últimos minutos. Un balde de agua fría cayó sobre jugadores, cuerpo técnico y afición, y el estadio se silenció automáticamente. “No referenciamos bien en la jugada del gol. Si no se podía ganar, el empate también nos servía porque podíamos jugar con otro resultado. Tuvimos la pelota y llegábamos. Sin embargo, no pudimos dar ese último pase”, contó el entrenador Noel Sanvicente.
Duelo parejo. El Rojo dominó las acciones en los primeros instantes, mediante el manejo de la pelota por los costados y las transiciones rápidas. En este periplo, dispuso de dos ocasiones de tiro libre, que tuvo el mismo protagonista: Miguel Mea Vitali.
Mientras que los visitantes apelaron a la presión alta y a buscar vertiginosamente el arco rival. Y con el paso de los minutos, se asentó en la cancha y consiguió contener a su rival. Además tuvo un par de oportunidades para abrir la pizarra. El colombiano Tommy Tobar obligó a Fariñez a estirarse de gran manera para evitar la caída de su arco. Y en la siguiente acción, un tiro de Eduard Bello pasó muy cerca del poste derecho del arquero.
Llegó el descalabro. El atacante Fernando Aristeguieta sufrió una fuerte lesión (aún por determinar) luego de pisar la pelota. Enseguida cayó al suelo, gritó de dolor y debió ser reemplazado por Edwuin Pernía, quien no aportó lo mismo que “El Colorado”. Además Moisés Acuña fue expulsado por doble amonestación.
En el segundo tiempo, no hubo mayor cantidad de acción en las áreas y la más clara fue la jugada del gol.
Dolores de cabeza
El equipo capitalino ha lidiado en el semestre con muchas lesiones y problemas. Especialmente, en la zaga. Ahora deberá afrontar el partido en Valencia sin Moisés Acuña y toca esperar por el diagnóstico de Fernando Aristeguieta.
“Lo malo de todo esto es que perdimos a dos jugadores que son referencia en defensa en y ataque. Hemos improvisado todo el año con (Gabriele) Rosa o Linarez de central. Se fue el juvenil (Eduardo Fereira) con la selección a los Bolivarianos y tuvimos que colocar a Canelón por ese lado. Además se nos van dos para la mayor (José Hernández y Fariñez)”, apuntó Sanvicente.
Pese a las vicisitudes, no baja los brazos. “Tenemos la fe de conseguir un resultado que nos permita clasificar allá. Tenemos que buscar la manera de preparar el partido lo mejor posible y buscaremos el resultado que nos de la clasificación”, señaló.
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