Luego de la victoria 2-0 ante Estados Unidos, la selección de Brasil chocará con la de El Salvador, hoy en Washington, un encuentro en el que la Seleçao de Neymar continuará afinando sus piezas de cara a la Copa América de la que será anfitriona el próximo año.
La verdeamarilla llega al amistoso con todos los hierros e inspirada por la magia del astro del París Saint-Germain, quien el pasado viernes en East Rutherford llegó a 58 dianas en 91 partidos internacionales al marcar el 2-0 de penal.
El triunfo es el primero luego de la desazón de la eliminación del ‘Scratch’ de Tite en los cuartos de final del Mundial Rusia-2018 por parte de Bélgica. «Estamos recuperándonos de la frustración por la eliminación (del Mundial). Este fue un sentimiento que notamos cuando nos reunimos con los jugadores», advirtió Tite tras el choque con el seleccionado de las barras y las estrellas. «Este proceso va a ser retomado de forma natural, tal cual los resultados y el desempeño», agregó el seleccionador.
Tras el encuentro contra los salvadoreños, el combinado auriverde, obsesionado con conquistar el ‘hexa’ en Qatar-2022, enfrentará en las fechas FIFA de octubre a Arabia Saudita y su archirrival Argentina.
El partido contra los árabes se jugará el 12 de octubre en Riad, mientras que el clásico suramericano se disputará cuatro días después en Yeda (Arabia Saudí). La renovación de la ‘canarinha’ en el segundo ciclo de Tite se fundamenta en la presencia de 12 jugadores que no fueron a Rusia -seis de ellos debutantes-, y el mayor desafío se plantea en la zona defensiva, donde los cuatro titulares en ese sector en Rusia (Fagner, Thiago Silva, Miranda y Marcelo) tendrán entre 33 y 38 años en el próximo Mundial. Daniel Alves, quien iba a ser el lateral derecho titular en Rusia antes de lesionarse con el PSG, tendrá 39 años.
La selección salvadoreña, por su parte, llega al encuentro motivada por la envergadura del rival que tendrá al frente, pero preocupada por su rendimiento, sobre todo después de la trabajada victoria 2-1 ante Montserrat, una isla caribeña donde el cricket es el deporte nacional.