Boca Juniors empató este miércoles 2-2 con Palmeiras y certificó el paso a su undécima final de la Copa Libertadores, que jugará ante su máximo rival, River Plate, en una edición inédita del superclásico argentino en la definición del título del mayor torneo a nivel sudamericano.
El conjunto «xeneize» llegaba con la tranquilidad de la victoria por dos goles a cero, que consiguió en el estadio de La Bombonera, y confirmó su clasificación con un empate, en territorio brasileño, en el que volvió a ser fundamental el delantero argentino Darío Benedetto.
Ramón Ábila adelantó los argentinos en el minuto 17 en un error de concentración de la defensa del Palmeiras. La clasificación parecía asegurada, pero los brasileños intentaron en la segunda mitad y remontaron el marcador en menos de diez minutos.
Luan devolvió las tablas al marcador en el 52 y el paraguayo Gustavo Gómez anotó desde el punto de penalti en el 60. El VAR anuló un gol al equipo verde en el inicio del partido por posición ilegal del brasileño Deyverson.
Darío Benedetto, que marcó los dos goles en el partido de ida en La Bombonera, salió desde el banquillo para enterrar el sueño de los paulistas en el minuto 69.
Boca Juniors irá ahora por su séptimo título de Libertadores y River, el cuarto, en un clásico argentino inédito en una final del torneo continental más importante de la región.