El FC Barcelona, con la ya anunciada incorporación de Antoine Griezmann, comienza una nueva novela. Esta vez enfocada en otros escenarios. Hoy, cuando cuentan con una de las plantillas más caras del Viejo Continente, las preguntas caen como lluvia: ¿cómo gestionará Valverde a cada estrella?, ¿cómo van a asumir los futbolistas contratados sus respectivas suplencias?, ¿cómo van a sobrellevar el peso de sus traspasos?
En cada una de sus líneas el Txingurri tiene material de dónde tirar cuando necesite cubrir necesidades. Son jugadores con cierto peso e historia detrás de sus hombros para ser titulares. Algunos aficionados culé ven esta política de fichaje como un “bendito problema”, debido a que la mayoría de estos futbolistas son estrellas del balompié. Y el razonamiento que usan parte de que mientras más figuras haya mejor será el juego.
No todo el barcelonismo asiente esta nueva era, en la que fichar con grandes sumas de dinero es lo que prevalece, porque la asumen como un distanciamiento de sus cimientos, es decir, la cantera, filosofía y modelo deportivo. Creen que cerca de ser un “bendito problema” es un error en la planificación y concepción de plantilla.
¿Qué hará Valverde con el tridente? Es una duda recurrente en una afición que sabe que la entidad blaugrana tiene demasiados nombres importantes en el ataque. Si ninguna de las figuras se va, el técnico español tendrá que padecer un dolor de cabeza más agudo que el vivido la campaña pasada con el duelo deportivo entre Ousmane Dembélé y Philippe Coutinho.
Ambos mantuvieron una férrea disputa por lugar fijo en el tridente, tomando en cuenta que Messi y Luis Suárez miraban de lejos, con su titularidad asegurada. A la ardua batalla se suma ahora un campeón del mundo como Griezmann, que en su palmarés tiene demasiados galones como para no apostar por sus capacidades.
Uno de ellos tendrá que ser sacrificado en ese 4-3-3 y la decisión no parece fácil. Incluso, las importantes sumas de dinero que el Barcelona dejó caer en su momento para traerlos, influyen en cada movimiento. ¿Tanto dinero invertido para ser suplente?
Por otra parte, Malcom aún es parte de la plantilla. Fue quien menos disputó minutos la temporada pasada y las ganas de verle en el campo en partidos más importantes terminaron en una quimera.
La forma como volvió loco a Marcelo por la banda derecha en uno de los clásicos en la Copa del Rey, enfrentando al eterno rival, hicieron pensar que tendría más oportunidades. Sin embargo, hoy pareciera que tiene todas las papeletas para salir del equipo.
Éramos muchos. El mediocampo no escapa de la misma realidad. Arturo Vidal, Arthur Melo, Ivan Rakitic, Sergio Busquets y la flamante llegada, por 75 millones de euros más 11 en variables, de Frankie de Jong, son evidencia real de que habrá mucho de dónde jalar la cuerda. El chileno es un todoterreno, Melo un jugón, Sergio un táctico y De Jong una joya.
Cada uno cuenta con demasiadas características destacadas y con la vitrina de trofeos llena. Quizá en lauros el más novato sea el holandés, aunque el mandamás del club catalán le trajo como prioridad por estar llamado a ser una estrella en el futuro y eso le sube el cartel para imponerse en la mesa.
Al mencionar a todos, alguno podría pensar que falta algún nombre, y está en todo lo cierto, puesto que la afición culé ve en Riqui Puig el reflejo de los años en los que los jugadores técnicos eran lo idóneo en Camp Nou. Esta temporada está llamado a jugar en el primer equipo y se lo ha ganado a pulso. Desde las gradas acostumbradas a ver buen fútbol le ven como el regreso de Iniesta o Xavi. ¿Tendrá la oportunidad de jugar?
¿Y quién le defiende al Txingurri? La defensa y el arco parecen estar un poco más despejadas del “bendito problema”. Piqué, el capitán sin cinta, viene de una sólida campaña siendo clave en el título de liga y, al menos que pase algo a última hora, será el titular indiscutible.
La dupla en la zaga la completó el francés Clément Lenglet, y, luego de su temporada revelación, es poco probable que le saquen de buenas a primeras del sitio en que Umtiti será su principal rival.
Jordi Alba sí está tranquilo en su posición y lleva años estándolo. Nadie en este momento apuesta por que estará en el banquillo. Por otra parte, la banda derecha sí aún mantiene suspenso, ¿quién será titular? ¿Un Semedo que cuando brilla igual va al banco, o un Sergi Roberto que representa la cuarta capitanía del Barca?
Todas esas interrogantes serán respondidas en la venidera temporada. Por ahora solo queda mencionar que el Barcelona comienza pretemporada este domingo en la Ciudad Deportiva Joan Gamper de Sant Joan, y a partir de ahí cada uno deberá tratar de meterse en los planes de un Ernesto Valverde.