Un enfrentamiento entre las barras del Aragua FC y el Carabobo FC impidió que el encuentro de ida entre ambos equipos, en los octavos de final del octogonal, se llevara a cabo en el Hermanos Ghersi de Maracay. La causa fue una falla en el dispositivo de seguridad.
El pasado jueves, se anunció que el partido se disputará mañana a las 3:30 pm en el José Antonio Páez. Esto no fue del agrado del equipo granate. “Simplemente ratifico lo que dije hace unos días, que me preocupaba más lo extra-futbolístico que lo futbolístico por estas preferencias que hay porque en cualquier parte del mundo se avisa una decisión sobre un juego de fútbol, 24, 48 o como mucho 72 horas antes. Pasó casi una semana para que se tomara la decisión”, explicó el técnico boliviano Julio César Baldivieso a El Nacional.
“También se pudo saber por comentarios de los jugadores que el cuerpo técnico del Aragua sabía desde el jueves temprano dónde y cuándo iban a jugar. Nos enteramos a final de la tarde, cuando el Consejo de Honor sacó aparentemente la resolución”, agregó.
El Carabobo no tuvo responsabilidad en lo sucedido. Por eso, el estratega piensa que la decisión no fue la correcta. “De verdad, me siento preocupado porque este caso no se ha actuado con la parcialidad que ameritaba por los hechos que ocurrieron el domingo pasado, que nuestros jugadores fueron agredidos en el terreno de juego por hinchas del Aragua, con piedras, objetos contundentes, botellas de vidrios, entre otros. Creo que la resolución debió ser otra de acuerdo a los antecedentes, a los reglamentos”, contó.
En los días pasados, entrenaron con preocupación por un posible fallo. “Habíamos trabajado durante la semana con cierta incertidumbre. Estamos luchando contra la corriente. Tenemos que preparar un partido en dos días. Me preocupa mucho porque no se juzga de la misma forma a todos”, apuntó.
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